Trump elige a Pam Bondi como Fiscal General tras la renuncia de Matt Gaetz por sus escándalos sexuales
La exfiscal general de Florida, conocida por su enfoque contra el crimen y las drogas, deberá liderar el Departamento de Justicia
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves la designación de Pam Bondi, ex fiscal general de Florida, como su elección para liderar el Departamento de Justicia en su próximo mandato. La decisión llega poco después de la renuncia de Matt Gaetz, quien abandonó su candidatura al puesto tras intensas presiones derivadas de múltiples investigaciones sobre su conducta personal, acusado de pagar a menores a cambio de sexo.
Pam Bondi, de 57 años, ejerció como fiscal general de Florida entre 2011 y 2019, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar el cargo en el estado. Durante su mandato, ganó notoriedad por su postura firme contra el tráfico de drogas y su lucha contra el abuso de opioides, liderando iniciativas que resultaron en el cierre de «clínicas de píldoras» en Florida, consideradas un epicentro de la epidemia de adicción.
En 2017, Bondi fue designada por Trump como miembro de la Comisión de Abuso de Drogas y Opioides, creada para enfrentar la crisis nacional por el consumo de fentanilo y otros narcóticos. Su papel en la comisión incluyó promover medidas para endurecer las penas contra los traficantes y mejorar el acceso a programas de tratamiento.
La salida de Gaetz
La renuncia de Matt Gaetz, antiguo congresista por Florida, cerró un capítulo turbulento para el Partido Republicano. Gaetz había sido objeto de una investigación federal por presuntamente haber pagado a menores por sexo, además de enfrentar acusaciones relacionadas con el uso de drogas y conducta impropia. Aunque no fue imputado formalmente, la presión mediática y política hizo insostenible su permanencia como nominado a fiscal general.
El Comité de Ética de la Cámara de Representantes, que también había iniciado una investigación sobre Gaetz, archivó el caso tras su renuncia al Congreso. Sin embargo, las dudas sobre la capacidad del Senado para confirmar su nombramiento y la creciente controversia en torno a su figura llevaron a Trump a buscar una alternativa para el crucial puesto en su gabinete.
El nombramiento de Bondi deberá ser ratificado por el Senado, donde los republicanos tienen una mayoría ajustada, y podría enfrentar un escrutinio significativo por parte de los demócratas. La elección también refleja el intento de Trump de recuperar la narrativa sobre el Departamento de Justicia, al que acusa de haber actuado políticamente contra él y sus aliados durante los últimos años.
Con esta decisión, Trump busca proyectar un liderazgo más firme en su gabinete mientras sigue construyendo su equipo para un segundo mandato que comienza rodeado de polémicas. No obstante, importantes puestos clave, como el secretario del Tesoro y otros departamentos estratégicos, permanecen sin una designación oficial.