Biden amenaza a Kim Jong-un: «Un ataque nuclear de Corea del Norte sería su fin»
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, elevó el tono de sus advertencias a Corea del Norte y avisó que un ataque norcoreano supondría el fin de Kim Jong-un y su régimen.
«Un ataque nuclear de Corea del Norte contra Estados Unidos o sus aliados es inaceptable y resultará en el fin de cualquier régimen que perpetúe esa acción», afirmó Biden en una rueda de prensa en la Casa Blanca junto con el presidente surcoreano Yoon Suk-yeol.
Ambos mandatarios firmaron en la Casa Blanca este miércoles un nuevo acuerdo de cooperación militar centrado en la disuasión frente a la amenaza nuclear que supone el desafío armamentístico de Corea del Norte.
El acuerdo, conocido como Declaración de Washington, incluye la posibilidad de que un submarino nuclear estadounidense atraque en la península de Corea.
Será la primera vez desde principios de 1980 que Corea del Sur acoge un submarino estadounidense con armas nucleares, aunque su despliegue no será permanente.
Biden lo justificó por la necesidad de poner fin a los lanzamientos de misiles balísticos con capacidad nuclear por parte del régimen comunista del norte.
Yoon Sulk Yeol se mostró aún más contundente, si cabe, que Joe Biden, y aseguró que la Declaración de Washington prevé que Estados Unidos responderá con su arsenal nuclear a un hipotético ataque nuclear norcoreano contra Corea del Sur. «Sólo podremos lograr la paz mediante la superioridad apabullante de la fuerza, y no con una paz falsa basada en la buena voluntad de la otra parte», defendió.
«Nuestros dos países acordaron consultas bilaterales inmediatas en caso de un ataque nuclear de Corea del Norte, y prometen responder de manera rápida, arrolladora y decisiva utilizando toda la fuerza de la alianza, incluidas armas nucleares de Estados unidos», añadió.
«Nuestro tratado de defensa mutua está revestido de hierro, y eso incluye nuestro compromiso de aumentar la disuasión nuclear. Es particularmente importante frente a las crecientes amenazas de Corea del Norte y la flagrante violación de las sanciones de Estados Unidos», argumentó Biden.
Según la explicación de un funcionario del Pentágono a la CNN, el objetivo de destacar un submarino nuclear en la península de Corea es hacer visible esa disuasión nuclear dotado de misiles balísticos con ojivas nucleares.
Para recibir al jefe de Estado surcoreano, Biden desplegó toda la pompa del protocolo de la Casa Blanca, con un protocolo pensado para subrayar que Estados Unidos no solo no se va a desentender de la región del Indo-Pacífico, sino que su presencia allí irá en aumento, un mensaje también destinado a la China de Xi Jinping.
No en vano, la semana que viene Biden también recibirá en la Casa Blanca al presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos, y en mayo visitará Japón para participar en la Cumbre del G7.
La Declaración de Washington prevé también la creación de un mecanismo de consulta bilateral que hará que Seúl pueda participar activamente en los planes de Estados Unidos para responder a cualquier incidente nuclear en la región, incluido un hipotético ataque norcoreano.
El acuerdo, sin embargo, no contempla el despliegue de ojivas nucleares en la península, enfatizó Biden durante la rueda de prensa.
Estados Unidos retiró las últimas ojivas nucleares que tenía en la península coreana en 1991, cuando las dos Coreas se comprometieron en una declaración conjunta a no producir ni desplegar armas nucleares, un acuerdo que Pionyang ha violado repetidamente.
Durante la Guerra Fría, en los años 70, submarinos nucleares de Estados Unidos visitaban con frecuencia los puertos surcoreanos, hasta dos o tres veces al mes, pero dejaron de hacerlo en los años 80, según la Federación de Científicos Estadounidenses.
En términos generales, el acuerdo busca tranquilizar a Seúl ante el avance del programa nuclear de Corea del Norte y después de la turbulenta presidencia de Donald Trump (2017-2021), que amenazó con retirar las tropas estadounidenses de Corea del Sur.
Corea del Norte ha rechazado las ofertas de Estados Unidos y Corea del Sur para retomar el diálogo y ha realizado un número récord de pruebas de armas en el último bienio, llegando incluso a experimentar con misiles balísticos intercontinentales (ICBM) que podrían alcanzar ciudades estadounidenses.