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Juicio Navalny

Navalny comparece por vídeo conferencia ante el tribunalAFP

El Kremlin trata de culpar a Navalny del atentado en San Petersburgo que mató a un bloguero militarista

Navalny deberá afrontar un nuevo juicio por terrorismo después de que el FSB acusara al grupo de Navalny de estar detrás del atentado

Vestido con el uniforme negro obligatorio para todos los internos de prisiones rusa, y notablemente demacrado, el opositor ruso y prisionero político Alexei Navalny compareció nuevamente este miércoles ante el tribunal, en esta ocasión acusado de terrorismo.

Navalny, de 46 años, cumple ya una condena de 11 años y medio por fraude y desacato tras un proceso judicial tildado de montaje.

En concreto, se le acusa de estar detrás, en complicidad con el gobierno de Kiev, del atentado terrorista el 2 de abril de 2023 en San Petersburgo que causó la muerte al bloguero ultranacionalista al servicio de la propaganda del Kremlin, Vladlen Tatarsky.

Tatarsky era un ferviente partidario de la invasión y anexión de Ucrania, y de la expansión imperialista rusa por medio de la fuerza militar. En sus intervenciones en Telegram y otras redes sociales llegó a defender el exterminio de los ucranianos.

Por su muerte resultó detenida Darya Trepova, una reconocida opositora a la guerra –a la que se ha tratado de vincular también con el grupo de Navalny– que fue filmada por una cámara de seguridad introduciendo en la cafetería una estatuilla donde estaba oculta la bomba.

Sin embargo, ella afirma que desconocía que dentro de la estatuilla hubiera un explosivo y asegura que es víctima de una encerrona.

Navalny está considerado el principal opositor a Vladimir Putin y a su régimen controlado por los servicios secretos del FSB (antiguo KGB).

Se convirtió en el enemigo número uno del régimen de Putin tras la creación de su Fundación Anticorrupción, una ONG que desveló numerosos casos de corrupción que afectaban a políticos y empresarios de la órbita del Kremlin.

Además, organizó protestas masivas contra la corrupción y el autoritarismo en el gobierno ruso, protestas que amenazaron directamente la estabilidad del régimen de Putin, lo que llevó a actuar contra él para quitarlo de en medio.

En 2020 resultó envenenado en Siberia con un agente nervioso en un intento de asesinato. Él, sin embargo, sobrevivió y se sometió a tratamiento en Alemania.

Recuperado, decidió regresar a Moscú, a pesar de que sabía que iba a ser detenido nada más llegar, como así fue.

Según el FSB, el grupo opositor fundado por él, que actúa desde el exilio, organizaron el atentado, acusaciones que podrían costarle a Navalny una nueva condena de 30 años.

«Han formulado acusaciones absurdas, según las cuales me enfrento a 30 años de prisión», declaró Navlany por medio de un comunicado difundido por su equipo desde el exilio.

En su intervención ante el tribunal por vídeo conferencia señaló con sarcasmo que, según parece, «estoy realizando ataques terroristas mientras estoy en prisión».

Según el comunicado de su equipo de colaboradores, los fiscales rusos están tratando de encontrar el modo de relacionar a Navalny con el atentado contra Tatarsky.

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