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Imagen de archivo del Rey Carlos III (entonces Príncipe de Gales) junto con su madre Isabel IIAFP

Reino Unido

Ahorros, desplantes y cambios de protocolo: las diferencias entre la coronación de Carlos III e Isabel II

El próximo 6 de mayo tendrá lugar la coronación del Rey Carlos III, 70 años después de la de su madre

El próximo sábado 6 de mayo, el Rey Carlos III se convertirá oficialmente en líder de la monarquía británica.

La ceremonia tendrá lugar en la Abadía de Westminster, ocho meses después de la muerte de la Reina Isabel II, y 70 años desde la última coronación.

Se tratará de un evento multitudinario, que tiene por cimientos tradiciones milenarias.

Lo cual no significa que no se puedan hacer cambios. A pesar de su afán por la tradición, Reino Unido siempre ha aprovechado sus coronaciones para reflejar la evolución del país y, en los momentos más oscuros de su historia, para insuflar ánimo a la población.

Esta es una de esas ocasiones: tras el Brexit y la pandemia, Gran Bretaña se encuentra sumida en una crisis económica y política, y la decepción se siente en las calles de Londres.

La última encuesta de la agencia Ipsos indica que los británicos cada vez apoyan menos a su monarquía: mientras que en 2012 un 80 % estaba a favor de la casa real, en el último año esa cifra ha bajado a 68 %.

Los jóvenes son quienes más se oponen a la monarquía, más todavía tras la muerte de Isabel II, que era muy popular.

Esta actitud se ha reflejado en la organización de la coronación: la lista de invitados es más corta este año que en ocasiones anteriores, y a la Casa Real le ha costado mucho encontrar artistas británicos para cantar en las celebraciones (Elton John y las Spice Girls, por ejemplo, rechazaron la invitación).

En vista de las circunstancias, estas serán las mayores diferencias entre la coronación del Rey Carlos III y la de su madre, Isabel II.

El aspecto económico

Reino Unido se enfrenta a una profunda crisis del coste de la vida: los hogares sufren con el incremento de las facturas energéticas, el precio de los alimentos ha aumentado un 6 %, y, anualmente, las familias gastan 210 libras más en comida que antes.

Por ello, la coronación del Rey Carlos será mucho menos extravagante que la de su madre.

Mientras que la ceremonia del 2 de junio de 1953 costó casi 50 millones de libras, la de Carlos costará mucho menos, sobre todo debido a las reducciones importantes de la lista de invitados.

Un total de 8.250 personas acudieron a la coronación de la Reina, pero a la de su hijo solo han sido invitadas 2.000.

También se acortará la ceremonia, para ahorrar: mientras que el servicio de la Reina Isabel II duró cuatro horas, el del Rey Carlos se acabará al cabo de una hora.

Por otra parte, habrá una diferencia clave en cuanto al carruaje del monarca.

En 1953, la Reina Isabel II y el Duque de Edimburgo viajaron desde el Palacio de Buckingham hasta la Abadía de Westminster en el 'Gold State Coach', una extravagante carroza dorada de cuatro toneladas, tirada por ocho caballos.

Pero Carlos III y la Reina Camila utilizarán un vehículo diferente para ese trayecto, y tomarán el 'Gold State Coach' solo para la vuelta, de forma simbólica.

Así, la Casa Real espera poder demostrar su tacto respecto a la crisis económica, y sus ganas de modernizar la monarquía.

Cambios protocolarios

Quizás el cambio más importante será la coronación de Camila Parker-Bowles a la vez que el Rey Carlos, algo que no sucedió en 1953 con el Duque de Edimburgo. De esta manera, Camila pasará de ser 'Reina consorte' a ser, simplemente, ‘Reina’ junto a su esposo.

La última vez que se celebró una coronación conjunta para el Rey y la Reina Consorte fue en 1937, cuando Jorge VI y su mujer, la Reina Isabel, accedieron al trono tras la abdicación de Eduardo VIII. Su hija, que sería la Reina Isabel II, tenía entonces 11 años.

«El Rey Jorge VI y la Reina Isabel aprovecharon la oportunidad de demostrar que la monarquía seguía en buen estado y con optimismo. Así, mostraron buena cara tras el trauma de la abdicación, que tuvo lugar cinco meses antes», explicó a la revista TIME Sally Bedell, autora del libro George VI e Isabel: el Matrimonio que Salvó la Monarquía.

Entonces, los reyes de Inglaterra quisieron plantar buena cara al escándalo causado por Eduardo VIII y su esposa Wallis Simpson. Y en esta ocasión, la coronación conjunta de Carlos y Camila servirá de contrapeso a los desplantes de los Duques de Sussex, que desde 2018 se dedican a criticar a la Corona desde Estados Unidos.

El atuendo del Rey Carlos III supondrá otro cambio protocolario. Mientras que su madre vistió los ropajes tradicionales de armiño y terciopelo escarlata, junto a un traje de satén bordado en perla y cristal, Carlos optará por un dress code mucho más relajado. Quizás incluso elija portar su uniforme militar.

Finalmente, habrá una alteración clave del protocolo. En la coronación de la Reina Isabel, todos los duques presentes se arrodillaron ante ella, juraron «convertirse en su vasallo de por vida y defenderla con su cuerpo, riquezas y honor», y prometieron serle fieles y honestos, y vivir y morir a su servicio.

Sin embargo, en la del Rey Carlos III este acto solo lo protagonizará el Príncipe Guillermo, que rendirá homenaje a su padre ante todo el público. Esta decisión excluye a los polémicos príncipes Harry y Andrés, duques de Sussex y York, respectivamente.

Una ruta diferente

Al finalizar su ceremonia de coronación, la Reina recorrió las calles de Londres en su carruaje en un trayecto de cinco millas que duró dos horas e involucró a 16.000 personas. Pero el Rey Carlos, que tiene 74 años de edad y lleva décadas esperando este momento, tomará una ruta mucho más corta, de apenas 1,3 millas.

La ruta del desfile confirmada por el Palacio de Buckingham también será distinta: el Rey Carlos y la próxima Reina Camila conducirán desde la Abadía de Westminster hasta el Palacio, cruzando lugares con Trafalgar Square, Admiralty Arch, y The Mall.