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Fotografía del primer ministro de Pakistán, Imran KhanAFP

Pakistán

El Supremo de Pakistán anula el arresto del ex primer ministro Imran Khan

La máxima instancia judicial ordena que «se revise el proceso en su totalidad»

La Corte Suprema de Pakistán invalidó este jueves el arresto del ex primer ministro paquistaní Imran Khan, que desencadenó esta semana violentas manifestaciones de sus partidarios en todo el país y obligó al despliegue del ejército.

«Su arresto es inválido y el proceso entero debe ser revisado», le dijo Umar Ata Bandial, presidente de la Corte Suprema, al ex primer ministro, cuyos abogados presentaron un recurso contra la detención, efectuada el martes por acusaciones de corrupción. El político, de 70 años, dijo a la corte que había sido «tratado como un terrorista».

Imran Khan perdió el poder en abril de 2022 pero sigue siendo muy popular y espera retomar pronto el poder.

El miércoles fue puesto en prisión preventiva por un período de ocho días, en relación con un caso de corrupción, por decisión de una Corte especial de la capital Islamabad.

Su detención desató manifestaciones violentas. Este jueves, las fuerzas del orden siguieron patrullando las calles en todo el país, y deteniendo a simpatizantes del ex primer ministro.

En ese sentido, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, pidió «calma» a las fuerzas de seguridad paquistaníes, y a los manifestantes que «se abstengan de toda violencia».

«La libertad de expresión» y «el Estado de derecho son esenciales para solucionar los conflictos políticos. La fuerza desproporcionada no tiene lugar», escribió Türk en Twitter.

Después de meses de crisis política, en los que desafió cada vez más abiertamente al ejército, un actor político fundamental en Pakistán, Imran Khan fue detenido el martes en Islamabad.

La detención, que pendía como una espada de Damocles desde hacía semanas, suscitó la ira de los simpatizantes de su partido, Pakistan Tehreek e Insaf (PTI, Movimiento por la Justicia).

Miles de ellos se manifestaron y protagonizaron enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

Cosa inusual en Pakistán, los manifestantes atacaron símbolos del poder militar, y acusaron al ejército de haber ayudado a sacar a Imran Khan del poder, lo que el estamento militar desmiente.

Al menos nueve personas murieron en los incidentes vinculados a las manifestaciones, según la policía y fuentes de salud.