Mitsotakis pide nuevas elecciones en Grecia para asegurarse la mayoría absoluta

el primer ministro de Grecia y claro ganador de las elecciones del domingo, con el 40 % de los votos, Kyriakos Mitsotakis, ha anunciado que rechaza la tarea de formar Gobierno y pide nuevas elecciones «posiblemente para el 25 de junio», para asegurarse así una mayoría absoluta.

«Vamos hacia nuevas elecciones (...) lo más rápido posible», declaró Mitsotakis, líder del partido Nueva Democracia, durante una reunión con la presidenta de la República, Katerina Sakellaropoulou, en la que indicó que no había manera de formar un nuevo gobierno con la composición del actual Parlamento.

A pesar de la firme intención del primer ministro griego de volver a convocar nuevos comicios, Mitsotakis iniciará una ronda de contactos con los diferentes líderes políticos, para informarles de su decisión. El actual mandatario heleno mantiene una victoria holgada sobre su principal rival, Alexis Tsipras, al frente de Syriza, pero no ha conseguido obtener la mayoría absoluta.

Así las cosas, Mitsotakis confía en «superar lo más rápidamente posible este obstáculo, resultado de la representación proporcional simple» durante una segunda vuelta. El primer ministro ha defendido que Grecia «necesita hoy un gobierno fuerte y estable con una perspectiva de cuatro años y cuanto antes se cierre este asunto pendiente, mejor para el país».

Próximos pasos

Tras el anuncio de Mitsotakis, la pelota se encuentra en el tejado de la presidenta de la República griega. Sakellaropoulou otorgará la misión de formar Gobierno a la segunda fuerza más votada, el partido de izquierdas Syriza, que solo consiguió un 20 % de apoyo, muy lejos de lo que se esperaba.

El partido de Tsipras tiene casi imposible poder llegar a formar una coalición que alcance el respaldo necesario para formar un Ejecutivo, por lo que la pelota pasará a la tercera fuerza más votada. Una tarea que se le complica aún más a los socialdemócratas de Pasok-Kinal, que únicamente acumularon un 12 % de los votos.

En este escenario, y con la imposibilidad de reunir los apoyos necesarios para formar un Gobierno, en un plazo máximo de tres días, la presidenta puede hacer un último intento convocando a los líderes de todos los partidos políticos. Pero todos los indicios apuntan a que que se verá obligada a ordenar de inmediato la disolución del Parlamento y convocar nuevas elecciones, tras nombrar un Ejecutivo interino.