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Gustavo Morales

Henry Kissinger: el halcón cumple un siglo y pasa de buitre a paloma

Hoy, 27 de mayo, cumple 100 años. Este alemán ha sido, con el polaco Z. Brzezinski, uno de los principales estrategas de los EE.UU. en los últimos cien años

Henry Kissinger al teléfono, el arma de comunicación del siglo XXwikimedia

Admirador del Canciller Bismarck, analista, académico y brillante escritor, la diplomacia fue solo uno de sus puntos fuertes.

Henry Kissinger, nacido alemán y judío en una Baviera orlada de cruces gamadas en pleno auge del Nacional Socialismo. Junto con su familia huyó a Inglaterra y posteriormente viajaron a Estados Unidos, donde fue Henry reclutado por el Ejército norteamericano que utilizó sus conocimientos del alemán y de los alemanes en una unidad de inteligencia en la Alemania ocupada en tareas de desnazificación, donde alcanza el grado de sargento y sus jefes descubrieron su acerada mente.

Trabaja en una fábrica de brochas de afeitar para pagarse los estudios

En 1943 ya es estadounidense y republicano. Se traslada a Nueva York donde trabaja en una fábrica de brochas de afeitar para pagarse los estudios. Acabará en la Universidad de Harvard donde terminará impartiendo doctrina más que clase.

Fue consejero de Seguridad Nacional y Secretario de Estado. Recibió el Premio Nobel de la Paz por la pacificación de la guerra de Vietnam en las conversaciones de París. El exjuez Garzón y otros corifeos de la progresía aulladora le intentaron arrebatar ese galardón por su feroz actividad anticomunista en el patio trasero de EE.UU., Monroe dixit: Chile, Paraguay, Brasil, Argentina, El Salvador… donde Kissinger desarrolló una gran diligencia para evitar el alineamiento de esos países con la URSS.

La actitud de Kissinger ante Israel le trajo la enemistad de la comunidad sionista

Por otro lado, la actitud de Kissinger ante Israel le trajo la enemistad de la comunidad sionista. El político norteamericano pensaba que Israel no agradecía el pleno apoyo que le daba EE.UU. en los organismos internacionales y en las ayudas financieras y de armamento.

De hecho, Kissinger no vetó la condena del sionismo en la ONU. Y en la guerra del Yom Kippur no ayudó a Israel tan rápido como éste esperaba. Entre los intereses de Israel y Estados Unidos Kissinger optaba y optó siempre por América. Advirtiendo contra el idealismo del presidente Wilson y la suposición de que era posible transferir a otras culturas las instituciones norteamericanas, lo que volvió a repetir hablando de Afganistán.

Su mayor éxito fue sentar al presidente Nixon con Mao Tse-Tung

Kissinger fue esencial en conseguir para el presidente Ford la apertura de conversaciones con Moscú durante la Guerra Fría. Demostró que la capacidad soviética para fomentar crisis no era proporcional a su poder para resolverlas. Pero, sin duda, su mayor éxito fue sentar al presidente Nixon con Mao Tse-Tung, estableciendo plenas relaciones con una China comunista que se estaba alejando de la hegemonía rusa y abandonando la nefasta revolución cultural.

Ha escrito numerosas obras sobre política exterior y las consecuencias, que aún sufrimos, del colapso de tres imperios: el otomano (guerra en Oriente Próximo), el austriaco (Los Balcanes) y el ruso (comunismo en Europa y guerras en Chechenia, Georgia y Ucrania).

Para Kissinger es muy cara la idea del equilibrio europeo surgido en los siglos XVII y XIX, aunque es pleno conocedor de que la política de su país, a la que él tanto aportó, no se ajusta ni a la idea de equilibrio ni a la de poder compartido, sino a la del destino manifiesto.

Durante la guerra de Ucrania, ha defendido y defiende la idea de la negociación como solución

Aunque es crítico con la ayuda remitida a petición de terceros (Corea, Vietnam) puesto que considera que se hace desde una perspectiva redentora de boy scout sin considerar los intereses superiores de EE.UU. En la actualidad, durante la guerra de Ucrania, ha defendido y defiende la idea de la negociación como solución al conflicto del este europeo que solo beneficia al complejo militar industrial. Por ejemplo, un misil Stinger ha pasado de costar 25.000 dólares a casi 200.000.

Los políticos corruptos hacen que el otro diez por ciento tenga mala imagenHenry Kissinger

Este veterano político, amigo de las mujeres bonitas, es un gran fabricante de frases citables no exentas de cinismo: «Los políticos corruptos hacen que el otro diez por ciento tenga mala imagen» o «Acusa a tu rival político de copular con un cerdo y siéntate a ver cómo lo explica».

Kissinger es miembro de la Comisión Trilateral y del Club Bildesberg. Sigue siendo un hombre poderoso, al que el presidente Bush llamó para su comité de crisis tras el 11 de septiembre.

A pesar de su origen judío y europeo Henry Kissinger no ha tenido otra motivación en su carrera política que el mantenimiento y la extensión de la hegemonía imperial de EE.UU.