Italia
Lampedussa asume 600 inmigrantes en las últimas 24 horas
En lo que va de 2023 han arribado a Italia el triple de personas que el año pasado, un total de 50.405, frente a las 19.692 de 2022, según los últimos datos oficiales
La isla italiana de Lampedusa (sur) recibió a 600 migrantes en las últimas 24 horas, procedentes del norte de África, en una nueva oleada de desembarcos mientras las autoridades del país mantienen retenidos a dos barcos humanitarios por haber incumplido su decreto migratorio.
El buen tiempo y la mejora de las condiciones de navegación han incrementado el número de llegadas a la isla más meridional de Italia, que en los últimos meses llegó a registrar números récord como el arribo de más de 3.000 personas en apenas 48 horas el pasado abril.
El viernes llegaron a la isla diez barcazas, y en la mañana del sábado lo hicieron otras tres pateras más, con viajeros procedentes de Malí, Sierra Leona, Benín, Costa de Marfil, Guinea, Sudán y Camerún.
El centro de acogida de Lampedusa tiene capacidad para solo 400 personas
Ante la perspectiva de que continúen llegando más embarcaciones que podrían saturar el centro de acogida de Lampedusa, con capacidad para solo 400 personas, las autoridades han comenzado a desplazar a 360 a Porto Empedocle, en la isla de Sicilia.
Ese albergue, que se ha demostrado insuficiente para recibir a los solicitantes de asilo, estará gestionado a partir de ahora por la Cruz Roja italiana después de 15 meses de gestión por parte de la cooperativa social Badia Grande, muy crítica con la falta de coordinación por parte del Gobierno.
Mientras tanto, las Autoridades italianas mantienen el bloqueo a dos barcos humanitarios que el viernes incumplieron su último decreto migratorio: el MareGo por atracar en Lampedusa, en lugar de otro puerto más lejano; y el Sea Eye 4 por realizar dos rescates seguidos antes de desembarcar en Ortona (centro).
El barco de la ONG alemana MareGo decidió este viernes desafiar a las autoridades italianas y desembarcar a 36 migrantes en Lampedusa, en lugar de dirigirse al puerto que le asignaron en Trapani, a 32 horas de navegación.
«No es razonable continuar tantas horas de navegación en lo que respecta al bienestar de las personas rescatadas y de nuestra tripulación», justificó.
Por su parte, el navío Sea Eye 4, también alemán, llegó al puerto de Ortona, en el mar Adriático, que le fue asignado por las autoridades tras realizar un rescate de 17 personas cerca de Libia y otro segundo de 32 migrantes que viajaban sobre una barca a la que ya se dirigía una patrulla italiana.
El Sea Eye 4 explicó que recibió una alerta de una barcaza en apuros en el Mediterráneo y se dirigió a su ubicación ya que los guardacostas italianos estaban esperando a que se adentrara en la zona de rescate de su competencia antes de prestar socorro.
«A la siguiente infracción se decreta la incautación (del barco). El Gobierno no delega el control fronterizo y el salvamento en buques privados, de bandera extranjera y financiados con fondos extranjeros», señaló por su parte el subsecretario de Interior, Nicola Molteni, en sus redes sociales.
La política de Meloni de llevarlos lejos
La asignación de puertos lejanos, en ocasiones a varios días de navegación, es una práctica habitual del Ejecutivo de Giorgia Meloni, que promulgó a principios de año un decreto migratorio que también impide que los navíos humanitarios completen más de un rescate seguido en su travesía.
En lo que llevamos de 2023 han arribado al país el triple de personas que el año pasado, un total de 50.405, frente a las 19.692 de 2022, según los últimos datos oficiales del Ministerio del Interior italiano actualizados a día 1 de junio.