Fundado en 1910

La candidata a la gubernatura del Estado de México por la coalición de los partidos MORENA, PVEM y PT, Delfina GómezEFE

México

Morena, de López Obrador, aplasta al PRI en el Estado más poblado de México y bastión histórico

El Estado de México, donde está enclavada la capital, ha sido gobernado ininterrumpidamente por el PRI desde el año 1929 hace ya 94 años

El PRI ya no es lo que era. El partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, le ha dado donde más le podía doler: en las elecciones del Estado de México. La victoria de Morena termina casi un siglo de hegemonía de un movimiento histórico que parecía invencible. Con este resultado el PRI consuma su caída libre.

Según el 88,1 % del recuento rápido del Instituto Nacional Electoral (INE), -informa Efe- la candidata a gobernadora del partido oficialista Morena, Delfina Gómez, aventajaba por 9 puntos porcentuales a su oponente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandra del Moral.

El PRI reconoce la derrota

A la luz de las cifras, Del Moral salió públicamente a reconocer que «el conteo rápido no me favorece»: «Reconozco el triunfo de la maestra Delfina Gómez», dijo en conferencia desde su cuartel de campaña.

Morena, que ya gobierna solo o en alianza en 22 de los 32 estados mexicanos, afianza con este resultado su por ahora imbatible liderazgo de cara a las presidenciales del año próximo.

Le arrebata además al otrora hegemónico PRI su mayor bastión electoral, que gobernó ininterrumpidamente por 94 años, desde 1929.

El PRI gobernó México y todos sus estados durante siete décadas del siglo XX, hasta el 2000, en lo que fue conocido como la «dictadura perfecta».

Para el politólogo Miguel Tovar, de la firma Alterpraxis, con esta victoria Morena logra un «sueño» de López Obrador erigiéndose como el nuevo partido hegemónico de México.

Morena es el nuevo PRI

«Lo que vemos en Morena es esta necesidad de encontrarse en este poder hegemónico, en ocupar todos y cada uno de los espacios (...) Este nuevo PRI que es Morena ha crecido como espuma», reflexionó.

Gómez, por su parte, dijo sentirse «superorgullosa de todos los mexiquenses» pues «ellos son los que han hecho posible este triunfo», durante una conferencia previa a la divulgación de las cifras.

En la elección del Estado de México, que convocó a 12,6 millones de electores, se registró una participación ciudadana del 48%, según estimaciones preliminares de unos comicios vistos por analistas como un ensayo general y banderazo de la carrera por la presidencia en 2024.

En Texcoco, una localidad de 277.000 habitantes de la que Gómez fue alcaldesa, Jorge Alvarado, un limpiabotas de 50 años, opinó que «es el momento del cambio», esperanzado en el triunfo de Morena.

«El voto es el que manda y la mayoría es la que decide», dijo por su parte José Espiridión Vázquez, empleado de 54 años del municipio de Tepetlaoxtoc, quien apoyó a Del Moral.

El Estado de México es uno de los más violentos del país, con alta tasa de homicidios y desapariciones en sus localidades más pobres, agraviadas además por impunidad y corrupción de sus autoridades.

En contraste, el «Edomex» -como se conoce este estado- alberga también grandes industrias (Nestlé, Ford) y atractivos turísticos como las ruinas prehispánicas de Teotihuacán.

El Estado de México tiene 17 millones de habitantes y un peso económico equivalente al 9,1 % del PIB nacional

Con 17 millones de habitantes -casi la población de Guatemala- y un peso económico equivalente al 9,1% del PIB nacional, «es una minirepública mexicana» fragmentada entre zonas modernas y otras «profundamente rurales», describió Tovar.

En Coahuila se impuso el PRI

Este domingo también se celebraron elecciones en el vasto estado norteño de Coahuila, limítrofe con Estados Unidos, donde se votó por un nuevo gobernador y 25 legisladores del parlamento local.

A diferencia del estado de México, aquí Morena exhibió serias debilidades con un airado pleito entre los precandidatos a la gobernación, que llevó a Ricardo Mejía, exsubsecretario de Seguridad de López Obrador, a romper la alianza oficialista y presentarse por su cuenta.

La división le pasó factura al candidato morenista Armando Guadiana, que quedó relegado a un remoto segundo lugar, frente al aspirante del PRI, Manolo Jiménez, que lideraba con alrededor de 57% de los votos y una ventaja de casi 35 puntos porcentuales sobre su competidor, según el conteo rápido del INE.

El PRI mantiene así su histórico dominio del estado, vigente desde 1929.

«La campaña estuvo llena de dimes y diretes, de grillas, de traiciones (...) Acá se trabajó siempre en unidad», declaró Jiménez a periodistas, tras votar en la ciudad de Saltillo.