Dmitry Medvedev vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia
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Rusia busca venganza por el Nord Stream y apunta a los cables submarinos de telecomunicaciones en el Atlántico
Rusia busca venganza tras lo que considera un ataque contra su gasoducto Nord Stream o al menos quiere advertir que podría devolver el golpe cortando los 'invisibles' pero imprescindibles cables submarinos que garantizan las telecomunicaciones entre Estados Unidos y Europa.
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De acuerdo con el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitry Medvedev, tras el 'sabotaje occidental' el contra el Nord Stream en el mar Báltico, Rusia debería tener las manos libres para destruir los cables de comunicación de los fondos marinos del océano Atlántico.
«Ahora que se ha demostrado la complicidad de los países occidentales en el sabotaje de Nord Stream, no debería haber restricciones, ni siquiera morales, para evitar que destruyamos los cables de comunicación del fondo marino de nuestros enemigos», escribió el dirigente ruso en su canal de Telegram.
Mapa de cables submarinos a nivel mundial
Rusia ha dicho repetidamente que Occidente está detrás de las explosiones que destruyeron el Nord Stream, particularmente Estados Unidos y Gran Bretaña, que niegan su participación.
«Hemos dicho repetidamente que lo que se hizo en Nord Streams sólo podría haber sido realizado por los servicios especiales de un Estado», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. «Solo un país o grupo de países puede estar detrás de este ataque terrorista».
Los cables submarinos que atraviesan los océanos del mundo se han convertido en las arterias de las comunicaciones globales. Su importancia los ha convertido en el foco de una creciente competencia geopolítica entre China y Rusia por un lado y Estados Unidos y sus aliados occidentales por el otro.
La OTAN en alerta
El jefe de inteligencia de la OTAN advirtió en mayo que Rusia podría sabotear los cables submarinos para castigar a Occidente por apoyar a Ucrania.
Rusia parece materializar las preocupaciones al más alto nivel en este campo. En 2015, la presencia del buque ruso Yantar en la costa estadounidense, cerca de los cables, no dejó de despertar tensiones entre ambos países y a fines de 2017, la situación se repitió.
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«Si la relativa debilidad de la posición rusa hace improbable un conflicto convencional con la OTAN, los cables de fibra óptica pueden ser un objetivo para Rusia. Debemos prepararnos para un aumento de las acciones híbridas en el ámbito marítimo, no solo en Rusia, sino también en China e Irán», subraya el excomandante de las fuerzas aliadas de la OTAN, el almirante estadounidense James G. Stravridis.
La historia de la guerra submarina
Francia y el Reino Unido ya han lidiado con esta experiencia por parte de los alemanes durante la Primera Guerra Mundial. Estas infraestructuras formaban parte de la red mundial de telégrafos por cable.
De manera similar, Estados Unidos ha cortado estos cables durante las guerras que ha intervenido como un medio para interrumpir la capacidad de su enemigo para comandar y controlar sus fuerzas a distancia.