Imágenes de la fuga en el gasoducto Nord Stream en el mar Báltico
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La OTAN tiene «fuertes sospechas» de que Rusia ha minado infraestructura submarina en Europa
Tras el sabotaje al gasoducto ruso-alemán Nord Stream, las empresas están alertando a las autoridades sobre cualquier actividad sospechosa
A lo interno de la OTAN existen «fuertes sospechas» de que Rusia esté colocando explosivos en infraestructura submarina vital para el suministro de energía en Europa.
Tras el sabotaje del gaseoducto ruso-alemán Nord Stream en el mar Báltico, las empresas privadas que administran plataformas de petróleo y gas, oleoductos, conectores eléctricos y cables de telecomunicaciones submarinos monitorean constantemente cualquier actividad sospechosa en sus alrededores y la reportan a las autoridades.
A mediados de febrero, la Alianza Atlántica estableció una «célula de coordinación de infraestructura submarina crítica» dirigida por el teniente general Hans-Werner Wiermann, un oficial militar alemán retirado.
La misión de esta fuerza de trabajo es recabar información sobre el estado de las principales infraestructuras y deberá informar a los líderes de la OTAN en la Cumbre de julio próximo sobre la situación.
Si bien continúan las investigaciones sobre el sabotaje al Nord Stream y han sugerido varias teorías, hay una creciente evidencia que vincula a la armada rusa con el ataque.
De acuerdo con The Times, la empresa estatal de radio y televisión de Dinamarca, publicó la reconstrucción detallada de las operaciones de Rusia en las semanas previas a la explosión de las bombas.
De acuerdo con esta reconstrucción, buques rusos, incluido un gran barco oceanográfico con un submarino a bordo, otro barco submarino SS750 y el remolcador CB123 equipado con una grúa gigantesca, realizaron tres visitas a las inmediaciones de los lugares de la explosión entre el 6 de junio y el 22 de septiembre, cuatro días antes de las explosiones.
¿Por qué Rusia?
«¿Por qué existe un interés ruso en la infraestructura submarina en alta mar? La respuesta es obvia», dijo a The Times un funcionario de la OTAN involucrado en el trabajo.
«Si Rusia ataca una de nuestras plantas de energía en tierra, eso es una clara declaración de guerra. Si los rusos pueden sabotear uno de nuestros oleoductos o cables submarinos, sin que sean descubiertos, pueden atacar sin duda» agregó el funcionario.
Moscú ha utilizado una combinación de embarcaciones militares y aparentemente también civiles, como barcos pesqueros u oceanográficos, para mapear vulnerabilidades potenciales en los mares Báltico y del Norte desde la década de 1960.
Durante más de medio siglo, tanto Rusia como los aliados de la OTAN han jugado al gato y al ratón, desplegando sonares, radares, micrófonos submarinos, patrulleras y toda una gama de espionaje.
Las empresas occidentales ahora están colaborando con las autoridades sobre actividades sospechosas, como la presencia no autorizada de barcos y «interferencias» detectadas en sensores de tuberías o cables.
Cuando The Times preguntó a un funcionario de la OTAN si había sospechas de que Rusia ya había minado infraestructura submarina, respondió: «Sí, creo [que sí]. Yo usaría la palabra sospechas. Fuertes sospechas».
«Creemos que puede haber algo ahí»
«No creo que tengamos nada; tal vez las empresas individuales tengan su propia información... [pero] tenemos muchas sospechas y creemos que puede haber algo ahí. Pero obviamente enviar algo o alguien, es algo bastante costoso y no siempre lo hacemos» agregó el funcionario citado por el medio británico en condición de anonimato.
El general de brigada Sami Nurmi, jefe de política de defensa del Ministerio de Defensa de Finlandia, reconoció que Rusia podría estar colocando minas en instalaciones submarinas como parte de opciones «híbridas» que combinan operaciones militares y no militares.
Siempre encuentran nuevas formas de hacer cosas malas si quieren hacerlas. Y eso hace que sea realmente difícil reaccionarJefe de política de defensa del Ministerio de Defensa de Finlandia
«Todo es posible. ¿Cómo puedes detectarlo? Supongo que la única forma es tener un amplio sistema de vigilancia y saber lo que sucede a tu alrededor», dijo Nurmi.
La OTAN tiene grupos navales permanentes que se activan si una patrullera o sensores en la infraestructura identifican una amenaza. El número de barcos que patrullan se ha duplicado desde el ataque al Nord Stream.
Si bien la Alianza Atlántica nunca tendrá suficientes barcos para cubrir la enorme área marítima de la OTAN, se espera que nuevas estructuras de inteligencia, drones y puestos de escucha de sensores identifiquen actividades sospechosas, lo que permitirá una disuasión frente a Rusia.
