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Dina Boluarte durante una intervención en LimaAFP

Perú

Dina Boluarte echa más leña al fuego de las protestas al anunciar que se queda hasta el 2026

Los manifestantes piden su renuncia, la disolución del Congreso y la creación de una Asamblea Constituyente. Dicho de otro modo, que se cumple la hoja de ruta marcada por Pedro Castillo

La tregua aparente que vivía Perú parece haber llegado a su fin. Las movilizaciones han vuelto a las calles para forzar la dimisión de Dina Boluarte y la presidenta, de un poder heredado por mandato constitucional, lejos de calmar los ánimos los ha exacerbados más.

La sucesora de Pedro Castillo anunció que ha cambiado de opinión y que las prometidas elecciones anticipadas no se celebrarán porque va a terminar la legislatura que concluye en… 2026.

Boluarte fue explicita al declarar: «Este tema de adelanto de elecciones está cerrado. Nosotros seguiremos trabajando de manera responsables y en ese respeto al estado de Derecho, a la democracia y a la Constitución, hasta julio de 2026».

Cambio de postura

El cambio de posición de Boluarte que había instado y enviado un proyecto de ley al Congreso para adelantar los comicios, podría ser peligroso para su futuro y para el de un Perú al borde del abismo.

Hasta ahora la presidenta depositaba en el Parlamento la responsabilidad de no adelantar las elecciones, –tras rechazar cinco intentos de hacerlo–, pero con estas afirmaciones asume la decisión en primera persona y mucha suerte parece que deberá tener para no ser ella la que, al final, pague la factura de una cuenta manchada de sangre.

¿Cuántas muertes más quieren?Dina Boluarte a los manifestantes que amenazan con tomar Lima el lunes

En un intento, fallido, por frenar las columnas que prometen llegar a Lima este lunes 19, según publica Perú21, Boluarte invocó a las organizaciones y colectivos que las dirigen a dar marcha atrás. «Llamo a estas personas que nuevamente están anunciando la «tercera toma de Lima» o la «nueva toma del Perú». ¿Cuántas muertes más quieren? ¿Por el amor de Dios, acaso no les duele en el alma haber perdido a más de 60 personas en estas manifestaciones violentas? Ninguna de esas muertes las ha provocado ni las ha buscado el gobierno», se defendió.

Los manifestantes piden su renuncia, la disolución del Congreso y la creación de una Asamblea Constituyente. Dicho de otro modo, que se cumple la hoja de ruta marcada por Pedro Castillo, que inauguró Hugo Chávez en Venezuela y siguieron el Ecuador de Rafael Correa y la Bolivia gobernada entonces por Evo Morales.

El intento de autogolpe de Castillo, seguido de su destitución y arresto, desató una ola de violencia en Perú que terminó con un saldo de 77 muertos. Medio centenar de estos por enfrentamiento directo con las fuerzas de seguridad.

La violencia desatada entre diciembre y marzo pasado, con presencia de lo que queda de Sendero Luminoso, parecía haber entrado en una tensa calma, pero esta semana volvieron las protestas y con ellas, el anuncio de Boluarte que parece haber echado más leña al fuego en lugar de sofocarlo.