Zelenski aclara que la guerra «no es una película de Hollywood» y por eso «el contrataque es lento»

Volodimir Zelenski ha demostrado un liderazgo formidable cuando buena parte de Occidente y por supuesto Vladimir Putin, lo despreciaban. Entre las variadas razones que lo explican figura una: la sinceridad si anestesia y su particular forma de comunicar.

En su cuenta de Twitter ha advertido que dispone de información que prueba que Putin analiza un ataque contra la central nuclear de Zaporiyia y en en una entrevista con la BBC admitió que el contraataque no puede ir con la rapidez que muchos esperaban porque esto es la vida real y no una ficción.

«No es una película»

«Algunos creen que esto es una película de Hollywood y esperan resultados inmediatos, pero no es una película… Lo que está en juego es la vida de muchas personas», reflexionó.

«Pese a lo que algunos quieren y a sus intentos de presionarnos, –añadió –, con el debido respeto, les digo que avanzaremos en el campo de batalla de la manera que consideremos mejor». Preguntado el presidente de Ucrania por el fin de la guerra se mostró dispuesto a negociar, pero siempre y cuando Rusia abandone los territorios ocupados y eso incluye la península de Crimea. «Putin ha sido un peligro para nosotros desde 2014 cuando ocupó el primero de nuestros territorios», recordó

200.000 kilómetros minados

Con los pies en la tierra y sin triunfalismo, el antiguo cómico, actor y productor, advirtió que el ejército ruso, en las zonas que se ha visto obligado a retirarse, ha dejado minado unos 200.000 kilómetros. Ese escenario complica al máximo el avance de su tropa.

Las explicaciones del presidente de Ucrania para entender el avance a ralentí de sus tropas vinieron acompañadas de su habitual reclamación de buscar una vía urgente para que el país puede pasar a formar parte de la OTAN. «Stoltenberg conoce ce mi posición. Lo hemos dicho en numerosas ocasiones. No cerremos todas las posibilidades». Dicho esto, admitió que, hasta el momento, no había recibido ninguna invitación a participar en la cumbre de la la Alianza Atlántica que se celebra en Lituania en julio.

Zelenski, como hace en cada oportunidad que tiene, insistió en la importancia de recibir aviones F16 estadounidenses para poder hacer frente en mejores condiciones ala invasión ordenada por Putin el 24 de febrero del año pasado.

Reconstrucción y transformación

La reconstrucción y «transformación» de Ucrania, como matizó Zelenski precisará de gran financiación. En ese sentido, los países reunidos en la Conferencia de Londres barajaron diferentes fórmulas para que sea la Federación Rusa la que se haga cargo de la parte económica de un proceso urgente, pero inviable en términos absolutos mientras continúe la guerra.

El Banco Mundial advierte que se necesitarán unos 411.000 millones de dólares para que Ucrania se recupere

En 2022 la economía de Ucrania se contrajo más de un 29 % y el Banco Mundial, advirtió que se necesitarán unos 411.000 millones de dólares para que el país pueda recuperarse.

En ese escenario, Zelenski observó la necesidad de dar un paso más adelante y no sencillamente avanzar en el proceso de recuperación.

El presidente de Ucrania advirtió que es necesario tomar todos los recaudos al alcance para poder blindarse ante potenciales nuevas agresiones e impulsar el desarrollo del país.

En ese contexto apuntó a un plan de digitalización en todos los terrenos. «Una Ucrania que de cara al futuro no sea sólo energía, agricultura y complejos industriales, sino que veamos otras reformas», incluida la judicial y el fin de una corrupción enquistada en el país.

Amenaza nuclear

En cuanto a las amenazas de Rusia de apretar el botón rojo, en principio, Zelenski lo descarto porque, «creo que no está preparado para hacerlo y teme por su vida». Aún así y conocida la personalidad del ex agente de la KBG, añadió: «No hay forma de saber si es cierto, porque el que amenaza es alguien sin vínculos con la realidad, alguien que en el siglo XXI ordenó una guerra a gran escalda contra su vecino».

Putin y Zelenski tienen una opinión parecida recíproca el uno del otro. El primero no desperdicia oportunidad para calificar al segundo, judío, de nazi como hizo por última vez en San Petersburgo la semana pasada. En esta ciudad llegó a decir que el líder ucraniano es un desgracia para el pueblo judío. Entre las excusas para invadir el país puso sobre la mesa la imperiosa necesidad de «desnazificar» a la antigua república soviética.