Entrevista a Juan Carlos Pinzón, exministro de Defensa de Colombia
«Preocupa esa cierta alineación de España con regímenes como el de Nicolás Maduro»
Exministro de Defensa y dos veces embajador de Colombia en Estados Unidos, Juan Carlos Pinzón cree que Gustavo Petro, pese a los escándalos por el narcotráfico terminará su mandato
Ex ministro de Defensa (2011-2015)en el gobierno de Juan Manuel Santos, Juan Carlos Pinzón fue dos veces embajador en Estados Unidos y en una ocasión candidato presidencial. Profesor en la prestigiosa Universidad de Princeton está de visita en Madrid para presentar un libro sobre «populismo en América Latina y en África» (In the name of the people. Hoy populism is rewiring the world).
Pinzón, economista de 51 años, hace repaso en El Debate a la actualidad en Colombia y analiza el actual escenario internacional.
«Hemos sido muy desafortunados con el tipo de líderes y gobernantes que han llegado a varios países [de Hispanoamérica] Han impuesto una narrativa basada en la frustración y el dolor que termina acabando con los países. Hay dos casos emblemáticos: Argentina, donde han destruido su economía y su tejido social. Y Venezuela, un país muy rico que hoy lo que ofrece es pobreza», se lamenta.
–¿Hay solución para Argentina y Venezuela?
–Claro, los procesos toman tiempo y no se generan resultados de la noche a la mañana, pero existe una hoja de ruta hacia el progreso social, hacia el desarrollo y hacia los avances. El problema es que los populismos no la aplican.
Colombia es un país que por muchos años logró evitar el populismo y esa era una buena noticia
–¿En qué momento se encuentra Colombia?
–Colombia es un país que por muchos años logró evitar el populismo y esa era una buena noticia. Hoy se ha instalado con la promesa de cambio que generó unas expectativas que ahora se ve que no se van a cumplir. Teníamos otros problemas, pero no ese. Es cierto que persiste una desigualdad muy fuerte, que hay que erradicar, pero Colombia, también hay que decirlo, en el siglo XXI, ha sido el país que más avanzó en la región, el que más creció y más redujo la pobreza y la inseguridad.
–¿Cuáles son las reformas más polémicas que plantea el gobierno del presidente Gustavo Petro?
–Quieren acabar con el sistema de salud y liquidar el sistema de pensiones, pero funcionan y hay consenso sobre ello. El Gobierno insiste en una reforma laboral que lo que va a hacer es encarecer el costo del trabajo y crear más informalidad, más pobreza.
–¿La reforma de las pensiones es parecida a aquella que realizó el kirchnerismo con el ex vicepresidente Amado Boudou, que estatizó los fondos privados?
–No me atrevo a decir que es igual, pero el espíritu es similar. El planteamiento teórico es ofrecer más pensión a más gente, lo cual es loable. Una manera de hacerlo con éxito sería tomar los fondos del petróleo, del gas y la minería, que es algo que yo he propuesto en el pasado, dejando unos fondos soberanos parecidos a los que hay en Noruega o incluso en los países árabes. Pero en lugar de esto, lo que pretenden es tomar el ahorro que hay hoy y generar una deuda fiscal a futuro que no habrá modo de pagarse.
–El escándalo de las escuchas ilegales y la presunta financiación de la campaña de Gustavo Petro por el narcotráfico, con un exembajador en Venezuela que amenaza con abrir el ventilador, ¿podría anticipar la salida del Presidente?
–La justicia tendrá que actuar. Yo no soy juez y no pretendo serlo. Lo que me preocupa es que parecería que hay dineros del narcotráfico que entran... Es importante que este proceso tenga transparencia, que la comunidad internacional vea lo que está pasando y que acompañen a proteger y defender la democracia, que al final ha sido uno de los grandes valores de Colombia.
En Colombia los presidentes terminan su mandato y es lo deseable institucionalmente
–Pero, ¿cree que este caso le puede terminar costando la presidencia al presidente Petro y terminar teniendo que salir de la Casa de Nariño por la puerta de atrás antes de terminar su mandato?
–En Colombia los presidentes terminan su mandato y es lo deseable institucionalmente. Ahora, este caso terminará en un proceso judicial y difícilmente se imagina uno que esto realmente termine con un presidente saliendo. Pero indudablemente todo lo que está pasando sí va a hacer que la capacidad del país para avanzar realmente se limite. Eso es algo que sí debe preocupar a todos los colombianos. Yo, personalmente, creo que es muy importante que la justicia opere.
–Cuando apela a la justicia. Entiendo que hay un respeto, no es una justicia que esté bajo sospecha, como pasa en otros países de Sudamérica. ¿Hay un Estado de derecho real en Colombia?
–La verdad es que las Cortes son independientes en Colombia y son firmes y uno puede a veces estar de acuerdo o en desacuerdo con un fallo, pero la realidad es que los fallos se respetan y eso es muy importante.
–Usted ha sido ministro de Defensa. ¿Cómo se sienten los efectos de la guerra de Ucrania en Colombia?
–Aquí hay una cuestión clara Rusia tomó territorio que no le pertenece en Ucrania y lo que hay es una reacción de ese país. La democracia en el mundo trata de defender el orden internacional establecido. En ese proceso yo creo que hay dos elementos que han sacudido al mundo. Primero, la inflación porque tanto Rusia como Ucrania, son importantes productores de cereales, entre otras cosas, y de fertilizantes. El efecto ha sido global y Colombia no es una excepción. Lo segundo, se percibe la sensación de que el orden mundial está más inestable que nunca, que de alguna manera, entre comillas, los malos prevalecen. Que aquí hay gente que puede hacer lo que le provoca y no tiene consecuencias.
Nicaragua utiliza el marco de la democracia para garantizar la dictadura de quien ejerce el poder
–¿Que triunfa la impunidad, como en Hispanoamérica?
–…Hay un caso muy claro que es el de Nicaragua. Utiliza el marco de la democracia para garantizar la dictadura de quien ejerce el poder y para hacerlo, han metido en su territorio una base de Rusia y establecido una alianza muy fuerte con China. Hoy vemos que la comunidad internacional no está logrando tener capacidad para mantener unas reglas de juego convenientes para la libertad, para la paz mundial y, si se quiere, para que las sociedades prosperen en el marco de la democracia.
Todos los países del mundo quieren exportar a China, pasa hasta en Estados Unidos
– ¿Cómo está influyendo China ahora mismo en Colombia? ¿Cuál es exactamente la situación y las relaciones entre China y Colombia?
–La verdad es que China hoy es el mercado mundial más grande que hay. Todos los países del mundo quieren exportar a China. Eso es una verdad que también pasa en Estados Unidos, pero ciertamente pasa en Europa y en nuestra región. Desde 2019, la mayor parte de los países de la región tienen como principal socio comercial a China: Brasil, Argentina, Chile, Venezuela… Sólo Colombia y México, de los países grandes, así como los de Centroamérica, mantienen a Estados Unidos como su principal socio comercial.
–¿Estados Unidos y Europa se han dejado ganar el terreno?
–La pregunta es si en el futuro, ese avance que está teniendo China en el continente se va a convertir también en un elemento de influencia política. Occidente, Estados Unidos y Europa deberían haber estado más interesados. Deberían entender la dimensión y prestar atención y el esfuerzo necesario porque si no... Pues otros se aprovechan. Al final los países y hablo por Colombia lo que buscan es socios que traigan capital, que generen desarrollo y que, obviamente, haya comercio.
–Parecería que España también ha quedado relegada...
–España es un país demasiado importante para América Latina. Siempre necesitamos una España más interesada y aliada con los intereses del progreso en la región. Preocupa, porque se nota, la polarización que se está viviendo también aqui. Llama mucho la atención ver cómo en materia política hay cierta alineación, por ejemplo, con regímenes como el de Maduro. Eso por supuesto que cae mal en el continente y preocupa por lo menos a muchos sectores. Indudablemente este es un tema que no se puede dejar de lado.
–Dos veces embajador en Estados Unidos (2015-2017 y 2016/2022) conoce perfectamente la realidad en esa América del Norte. Qué está pasando en Estados Unidos?
–Estados Unidos también se ha contagiado de ese populismo, de esa demagogia que vemos en algunos países de América Latina y de Europa. Nunca antes se había visto que sea favorito un candidato, un ex-presidente, acosado por treinta y pico causas judiciales y que cuantas más tiene más se multipliquen las donaciones. Tampoco que hubiera un presidente que parece que chochea... El escenario es insólito.
Al mundo entero le conviene unos Estados Unidos fuertes y unos Estados Unidos, sobre todo, que puedan proyectar un liderazgo que nos favorezca a todos y que nos permita trabajar a todos de la mejor manera.
–¿Ve posible que Donald Trump pueda ganar las elecciones?
–Predecir lo que va a pasar en las elecciones de Estados Unidos es para ciencias ocultas y yo, no estoy en ese mundo. Pero observo con interés y con preocupación lo que lo que está ocurriendo.
–Por último, volviendo a la regiçón, ¿qué cuota de responsabilidad tienen liderazgos como el de López Obrador y el de Lula para que sigan subsistiendo dictaduras como las de Venezuela, Nicaragua y Cuba?
–Es lamentable que dos líderes que son elegidos en democracias, que son demócratas, más allá de su postura política, actúen de ese modo. Deberían tener una posición mucho más firme frente a lo que ocurre en Nicaragua, en Cuba o en Venezuela. No lo hacen, por el contrario, les abren la puerta y les lavan un poco la cara a esas dictaduras. Eso, no le hace bien al continente y creo que tampoco a sus gobiernos, porque es una invitación, un mensaje de que las autocracias tienen un camino libre. Si los demócratas avalan autócratas, crean un mal precedente y dan mal ejemplo.