Muere misteriosamente la vicepresidenta de un banco ruso tras caerse por la ventana de su apartamento

No es ni la primera ni seguramente la última muerte misteriosa que ocurre en Rusia y que afecta a la alta sociedad. La vicepresidenta del banco ruso Loko-Bank, Kristina Baikova, una joven de tan solo 28 años, murió la noche del 23 de junio tras caerse por la ventana de su apartamento en Khodynsky Boulevard, Moscú, según informó The Sun.

La joven ejecutiva murió en el acto a causa de las heridas. La versión oficial es que Baikova se encontraba en su piso con un amigo, Andrei, de 34 años. El hombre afirma que Baikova se puso en contacto con él para invitarle a tomar una copa antes de que se «cayera».

El amigo de Baikova llamó entonces inmediatamente a los servicios de emergencia, que no pudieron hacer nada por la vida de la joven, tras precipitarse desde un undécimo piso. La Policía está investigando los hechos.

Baikova es la última ejecutiva rusa que ha muerto tras caer desde la ventana de un edificio, en lo que se ha convertido en una sospechosa tendencia, informó el Daily Mail.

Dan Rapoport, un conocido crítico del presidente ruso, Vladimir Putin, que estaba exiliado en Estados Unidos , fue hallado muerto tras precipitarse desde su lujoso apartamento en Washington D.C. el pasado mes de agosto, en lo que algunos habían sugerido que era un suicidio, afirmaciones que su esposa rebatió.

Semanas después, el presidente del gigante petrolero ruso Lukoil, Ravil Maganov, corrió la misma suerte. Maganov cayó desde la ventana de un sexto piso en un hospital de Moscú y murió. Antes de su muerte, Lukoil había criticado abiertamente a Putin y la invasión rusa de Ucrania, según publicaron varios medios.

Después, en diciembre, el director creativo de una empresa informática, Grigory Kochenov, se precipitó desde el balcón de su apartamento y cayó al vacío, mientras las autoridades rusas registraban su vivienda.

Ese mismo mes, un magnate ruso de los embutidos se precipitó al vacío desde la ventana de un hotel en la India, sólo dos días después de que su amigo, también ruso, muriera en el mismo hotel.

En diciembre, un magnate inmobiliario ruso se precipitó por unas escaleras en la Costa Azul. Y a principios de este mes, un juez federal, Artyom Bartenev, cayó 12 pisos desde su edificio de apartamentos y fue declarado muerto en el lugar de los hechos.