Debates, candidatos y dilemas de unas elecciones intangibles en Venezuela

Luego de más de diez años sin confrontación pública y genuina, se celebró el primer debate entre líderes opositores, ahora candidatos en las elecciones primarias de la oposición. Ocho de los catorce estuvieron presentes en ese encuentro que puede describirse como de alto nivel.

Lo más destacado fue la coincidencia en asuntos claves, como la caracterización del Gobierno de maduro con calificativos que fueron, desde gobierno autoritario, hasta dictadura oprobiosa.

También coincidieron en señalar las enormes dificultades que el proceso electoral enfrenta, ante un Gobierno que intentará sabotearlo y que cuenta para ello, además del control institucional y el monopolio de las armas y la violencia, con algunos aliados dentro del liderazgo opositor mismo.

Un elemento resaltante en ese pulso a tantas bandas del miércoles, fue la alusión permanente y unánime sobre la importancia de lograr que el proceso de primarias no solo conduzca a la designación de un candidato opositor para enfrentar a Maduro en el 2024, sino que permita la consolidación de un liderazgo unido en el propósito de lograr la transición democrática que todos anhelan, más allá de sus intereses partidistas o personales.

El producto final fue que, en ese encuentro se dieron los primeros pasos para forjar compromisos de unidad, responsabilidad, respeto y solidaridad que alimentan la confianza y la esperanza del pueblo opositor.

la única alternativa existente para derrotar a la autocracia de Maduro, es la electoral

También quedó en evidencia la obligación que tienen de avanzar en la definición de opciones estratégicas claras para enfrentar las embestidas del Gobierno, tomando en cuenta que lo cierto, y eso lo sabe el pueblo opositor, es que la única alternativa existente para derrotar a la autocracia de Maduro, es la electoral.

Inhabilitaciones y desapariciones

Al respecto se plantearon y debatieron algunas opciones, entre ellas: la posibilidad de seleccionar un candidato de consenso, aunque la posición dominante fue la de respetar las reglas del juego de la Comisión de Primarias; la de acordar un orden de sucesión de candidatos, en caso de que continúen las inhabilitaciones (y ojalá que no, las desapariciones físicas o judiciales), frente a lo cual se señaló el riesgo de jugar con las reglas del Gobierno, y finalmente, también, la de negociar con el Gobierno un acuerdo para la transición democrática.

Acerca de esta última, no olvidemos que los arrogantes poderosos y autocráticos no negocian, a menos que se enfrenten a una amenaza creíble, como está ocurriendo con el fenómeno de las elecciones primarias y el liderazgo de MCM.

Esta amenaza seguirá cobrando fuerza en vista de la evidente pérdida del capital político y social del Gobierno, producto de su incapacidad para resolver la enorme crisis económica que creó, y de la magnitud de las pugnas internas entre los numerosos grupos de intereses por el dinero y el poder, que promovió; pero también porque el proceso de conformación de un nuevo liderazgo opositor se fortalece, tal como quedó en evidencia en ese debate.

No obstante, pese a los resultados del debate de los candidatos, es evidente que los retos y dilemas a enfrentar, no solo para lograr el éxito de la Primarias, sino para lograr la transición hacia la democracia plena y la libertad, son formidables.

Uno de ellos es la lograr la respuesta adecuada a la convocatoria a los inmigrantes repartidos por el mundo, para participar en el proceso de selección del candidato presidencial opositor.

Unidad y confianza

Y es que el valor de las primarias consiste en que constituye el medio del que se dispone hoy para construir la unidad y restituir la confianza, pero sobre todo y más importante, construir un movimiento con la fuerza que se requiere para salir de este Gobierno y recuperar el país.

Es la fuerza moral que deriva de una conducción política seria, que involucra a todos, pues las primarias significan un desafío de la gente al sistema del mal y a la dictadura.

Maduro quiere que los venezolanos bajen la cabeza, y aunque algunos hayan decidido hacerlo y unos pocos resignados prefieran capitular, sabemos que son millones los que van a mantenerla en alto desafiando a los responsables del dolor causado a los venezolanos y a la patria.

Los venezolanos que están aquí y afuera van a poder votar y deben hacerlo

Los venezolanos que están aquí y afuera van a poder votar y deben hacerlo, no solo porque es su derecho, sino también y fundamentalmente, porque es inconcebible que sean ellos mismos los que le hagan el juego al Gobierno causante de la tragedia nacional que forzó las migraciones. Si no participan, la oposición, el pueblo opositor y las esperanzas de cambio podrían estar derrotadas antes de empezar.

Respecto a la participación, algunos dilemas se irán aclarando en el camino, y se irá dando respuesta a preguntas como: ¿Cuál es el nivel de entusiasmo en las primarias, especialmente entre aquellos que están fuera y ya se legalizaron e instalaron en su país destino? ¿Responden los precandidatos a las expectativas del pueblo opositor y de los migrantes? ¿Existen los recursos y el plan logístico para garantizar esa participación?

Las primarias tienen que ir más allá del llamado al voto, deben promover confianza, motivación, esperanza y fuerza

Así que las primarias tienen que ir más allá del llamado al voto, e incluso de escoger un candidato; debe promover confianza, motivación, esperanza y fuerza.

Votar en España

Hasta donde sabemos, están previstos centros de atención y voto en 8 ciudades de España y otras 14 en el resto de Europa; en España serán: Barcelona, Bilbao, Madrid, Tenerife, La Coruña, Valencia, Málaga y La Palma de Gran Canaria; en el resto de Europa: Berlín, Bruselas, Paris, Londres, Dublín, Milán, Nápoles, Roma, Palermo, Oslo, Lisboa, Oporto, Funchal, Madeira y Berna.

También se habilitarán centros en 47 ciudades de América y el Caribe: 1 en Argentina, 2 en Aruba y Curazao; 1 en Bolivia, 4 en Brasil, 3 en Canadá, 2 en Chile, 6 en Colombia, 1 en Costa Rica, 2 en Ecuador, 1 en Guatemala, 3 en México, 1 en Panamá, 1 en Paraguay, 2 en Perú, 1 en república Dominicana, 1 en Trinidad y Tobago, 1 en Uruguay y 14 en EE.UU. Adicionalmente, habrá uno en Medio Oriente, en Israel, y uno en Australia, para atender, en total, a los votantes potenciales.

El principal reto de cara a las primarias es lograr acuerdos internos en cuanto a los recursos logísticos y las formas de ejecución y participación de los que están fuera del país en estos comicios, particularmente, ahora que ya no se cuenta con el apoyo técnico de la plataforma del CNE.

Así pues, hacer posible el voto en de los venezolanos aquí y de los migrantes no será sencillo, y supone una «logística complicada», cuyos instrumentos técnicos y operativos aún no están bien definidos.

Es claro que esta será una tarea tremendamente difícil, lo cual refuerza la importancia de construir y consolidar un movimiento poderoso a favor de la participación.

Hay que convencer a los opositores de aquí y a los inmigrantes, de la gran importancia de su participación para dotar de fuerza a este movimiento por el cambio, del cual depende el futuro inmediato del país y el de sus hijos y nietos; pero, además, debe ser la vía para depurar y reconstruir un liderazgo opositor, capaz de generar confianza.

No perdamos de vista que el Gobierno de Maduro está mostrando un acercamiento cada vez más intenso con la mayoría de los gobiernos dictatoriales o autoritarios del mundo.

Sobre todo, con los que le han declarado la guerra a las democracias occidentales, cuyo objetivo, claramente expresado, es crear un nuevo orden mundial, no solo económico, sino político.

Maduro ya es un aliado de fiar para el proyecto antioccidental al cual, creo que más temprano que tarde, se sumarán Turquía y Brasil, como ya lo están Cuba y Nicaragua.

El eje del mal

La participación de nuestro país dentro de ese eje del mal, encierra peligros, no solamente al interior de la propia Venezuela, sino también externos a la región latinoamericana.

Esos peligros tienen dos aristas: en una, los países antidemocráticos estarán muy interesados en que Maduro no pierda las elecciones presidenciales del 2024; en otro, Maduro y los suyos se sentirán inducidos a cometer, si fuera necesario, todo tipo de alteraciones a las normas electorales, como las que hemos señalado, al saberse protegidos por una red de dictaduras que operan en todo el globo.

Citando a Fernando Mires …«la democracia se encuentra en estos momentos a la defensiva. En cada elección nacional puede jugarse el destino de otros países», y esto vale, ahora más que nunca, también para España.

La reciente y espuria inhabilitación político-administrativa de la candidata María Corina Machado (MCM), revela, una vez más, que mientras en una democracia los adversarios políticos son enfrentados, en una autocracia son eliminados, ya sea física o judicialmente, o inhabilitados políticamente, como ocurre en Cuba, Nicaragua y Brasil, en América, o como hacen Putin, Lukashensko, Erdogán u Orbán.

Pero también coloca a la dirigencia opositora (si es que tal cosa existe), ante retos y dilemas de marca mayor.

Aunque hay pocas dudas acerca de que MCM ganará las elecciones primarias opositoras, pese a su inhabilitación (y quizás a causa de ella), el panorama frente a las elecciones presidenciales del 2024, luce incierto.

Parece, entonces, que llegó el momento de decidir entre vencer o ser derrotados, pues no hay más opciones.