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516 días de la guerra de Ucrania

Dos refugiadas ucranianas relatan su integración en España y la vida que han dejado atrás al huir de la guerra

Oksana e Ilona son dos mujeres muy diferentes pero que comparten el haber dejado atrás su vida en Ucrania a causa del conflicto

La guerra de Ucrania está obligando a miles de personas a desplazarse. Entre ellas, se encuentran Oksana e Ilona, dos refugiadas ucranianas que acabaron en España.

Oksana tiene 42 años y lleva en Madrid 1 año y 4 meses. Es natal de Donetsk, y como tantos otros compatriotas suyos tuvo que huir apresuradamente del país ante el estallido de la guerra. Para salir contó con la ayuda de una parroquia evangélica de Kiev, que organizó un viaje de miles de kilómetros en autobús para traer a un grupo de refugiados hasta España. Una vez llegaron a Madrid, Oksana vivió con otros 300 ucranianos en un hotel en Aranjuez durante un tiempo.

Diferente es el caso de Illona, de 28 años, que terminó en Madrid «por accidente». Estaba de turismo en España cuando se desencadenó la guerra. El 24 de febrero de 2022 es un día que nunca olvidará. Su padre la llamó a las cuatro de la mañana y le dijo: «Illona, ha comenzado una guerra a gran escala». Tenía un billete para volar de regreso a Kiev el 26 de febrero de 2022, pero ya no pudo volver hasta mayo de ese año. En ese momento presenció la destrucción catastrófica: calles, ciudades, y casas completamente devastadas.

Dejando atrás toda una vida

Oksana relata que muchos de sus seres queridos continúan en Ucrania. Allí dejó a su madre, a sus hermanos y demás familia, con la que espera poderse reencontrar cuando el conflicto lo permita. Dice que sigue la evolución de la guerra con atención, y que por surte su familia «está bien». Allí tienen «su trabajo y su vida construida». También nos cuenta que su hermano mayor vive en Rusia, algo que no es poco frecuente en Ucrania.

Aunque ha dejado mucho atrás, Oksana se muestra agradecida porque dentro de la coyuntura, el presidente ucraniano está haciendo todo lo posible para seguir luchando: «Doy gracias a Dios por Zelenski, él está con nosotros».

Doy gracias a Dios por ZelenskiOksanaRefugiada ucraniana

Illona también ha dejado en su tierra natal a toda su familia, incluido a su padre, que es militar. Relata que en Kiev vivió más de 15 años, donde era investigadora en la universidad, donde hacía películas y daba clases de piano: «Realmente disfrutaba enseñando, me encantaba mi trabajo, daba clases a unos 50 alumnos».

Illona, de 28 años, estaba en Madrid de turismo cuando estalló la guerra y ya no pudo regresar

España y su apoyo a los refugiados

Ahora en España ambas están intentando rehacer su vida, y se muestran agradecidas con el apoyo que está prestando España a los refugiados ucranianos.

Oksana pudo conseguir un trabajo temporal de tres meses en una panadería, y actualmente cuenta con una ayuda del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones que le permite pagar el alquiler y cubrir algunos gastos. También recibe formación profesional de la Fundación Altius, una entidad que se dedica a la labor social, especialmente ayudando a los desplazados a causa de la guerra a encontrar trabajo. Pero por el momento no tiene amigos, solo conocidos. Considera que la forma de pensar en Ucrania es un poco diferente de la del resto de Europa, y la barrera del idioma le impide estar completamente integrada. Por eso está aprendiendo español, algo que también está haciendo Ilona.

Durante un año no pude tocar un instrumento porque no tenía la alegría para hacerloIlonaRefugiada ucraniana

Ilonatiene un trabajo, y no ha necesitado formar parte de ningún programa de refugiados. Los primeros meses vivió con una familia que la acogió en su casa y que la ayudaron mucho a recuperarse del shock inicial. Dice que está «tratando de volver a la profesión» de profesora de piano, aunque cuenta –con dolor– que no pudo tocar ningún instrumento por un año. En sus palabras, tocar significa para ella «amor, alegría y placer», algo que «no tenía». Había perdido muchos amigos y seres queridos a causa de la guerra. Además, sus compañeros de profesión, talentosos directores, actores y músicos, ahora están defendiendo su país con las armas en la mano.

Madrid se ha convertido en mi segundo hogarIlonaRefugiada ucraniana

En España Ilona conoció gente «muy receptiva y abierta» y dice que se encontró «mucho cariño y apoyo». Para ella, Madrid se ha convertido en su segundo hogar. Lo mismo Oksana, que dice que España «está prestando mucha ayuda a los ucranianos». Se muestra agradecida porque aquí puede estar «más tranquila y segura».

Los retos a los que se tienen que enfrentar estas dos mujeres no son pocos, pero gracias a la ayuda de muchas personas e instituciones que les tienden la mano a los refugiados, están siendo capaces de reconstruir su vida lejos de los bombardeos.