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La guerra de tanques podría ganar relevancia en Ucrania: ¿Qué bando tiene más carros de combate?
La cacareada guerra de tanques en que se iba a convertir la contraofensiva ucraniana de verano parece que, de momento, no ha desplegado todo su potencial para romper las líneas rusas.
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La intrincada red de defensas construidas por Moscú durante meses en los territorios ocupados mientras los aliados occidentales de Zelensky debatían si entregaban o no los demandados carros de combate Leopard, Abrams y Challenger, han logrado mantener el bloqueo a lo largo de la línea del frente.
Como muestra, el desastre sufrido por las fuerzas ucranianas hace unas semanas al intentar avanzar por un campo minado en Zaporiyia. Las imágenes de decenas de carros ucranianos destruidos evidencia que el terreno aún no está listo para un gran avance ucraniano.
Ha habido avances ucranianos, pero mínimos. La situación, pese a todo, podría dar un vuelco pronto.
Ucrania mantiene aún una gran reserva de combate lista para entrar en acción y, en las últimas semanas, los efectivos ucranianos se están esforzando en desmontar las líneas de defensa rusas y preparar el terreno para un posible gran avance.
Sería en ese hipotético escenario en el que la superioridad de una fuerza mecanizada en un bando o en otro se revelaría como esencial.
En los últimos meses, Ucrania ha ganado músculo en cuanto a fuerza mecanizada. No se trata solo de los carros occidentales Leopard, Abrams y Challenger.
Esos carros serán importantes para aumentar las capacidades ucranianas en una guerra de tanques, pero lo que marcará la diferencia será el aumento de unidades de carros de origen soviético.
Se trata de vehículos con menos capacidades que los modernos carros de la OTAN, pero con los que los combatientes ucranianos se desenvuelven mucho mejor. No necesitan formación para ponerlos en el campo de batalla y su reparación resulta menos costosa.
En ese sentido, los aliados de la OTAN de Ucrania, de forma paralela a la entrega de los Leopard, Abrams y Challenger, han suministrado una gran cantidad de carros de combate de finales de la guerra fría.
Es así como los países de la OTAN que formaron parte del bloque soviético se han convertido en piedra angular de la resistencia ucraniana.
La coalición de tanques se ha mostrado tan eficaz que, según informó de Kyiv Post, Ucrania ya supera a Rusia en número de unidades mecanizadas en el campo de batalla ucraniano.
Rusia llegó a disponer de 3.400 unidades en Ucrania en febrero de 2022, cuando empezó la invasión, apunta el diario ucraniano.
Ahora, después de las insostenibles pérdidas sufridas en la guerra, esa cifra se ha reducido a 1.300 carros de combate, mientras que el Ejército ucraniano dispone de 1.400.
Además, y este es otro elemento capital para tener en cuenta, Ucrania ha demostrado tener una mayor capacidad que Rusia para rescatar carros de combate dañados, repararlos y volver a mandarlos a la batalla.
El grupo de análisis geopolítico Oryx, con sede en los Países Bajos, arrojó cifras recogidas por Kyiv Post donde se afirma que Ucrania habría logrado capturar 544 carros de combate rusos listos para el combate, lo que permitió reponer los 560 carros que las fuerzas ucranianas perdieron desde el inicio de la guerra.
Oryx señala también que Ucrania recibió 471 tanques de sus aliados occidentales, y que espera la llegada de otros 286.
Sanciones internacionales
Mientras tanto, las sanciones internacionales impuestas a la industria militar rusa han perjudicado seriamente a su capacidad para reponer material destruido.
La industria rusa es incapaz de fabricar armamento a la misma velocidad con que lo pierde. Ante esa circunstancia, Rusia trató, en primer lugar, de sacar a combate su flamante carro T-14 Armata.
Se trata de un tanque de última generación que, sin embargo, se ha mostrado ineficiente. El Ejército ruso parece que ya lo ha retirado de primera línea.
Las imágenes de los trenes militares rusos cargados de estos viejos tanques en dirección al frente ucraniano sorprendieron a los rusos y a los analistas militares occidentales, que se preguntaban si realmente el Kremlin pretendía enfrentarse a los modernos Leopard con carros que podrían haber combatido en Stalingrado.
Sin embargo, como apunta Kyiv Post, parece que la estrategia rusa pasa por emplear estos carros como fuego de apoyo, además de disponer una gran cantidad de proyectiles para estos vehículos. Una explicación que, en cualquier caso, parece más un parche que una apuesta seria para ganar la batalla de carros de combate que se avecina.