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Ruinas de MariúpolAFP

543 días de guerra en Ucrania

El Kremlin avanza en sus planes de limpieza étnica en Mariúpol y se propone repoblarla con 300.000 rusos

Rusia desarrolla un plan de limpieza étnica en Mariúpol para sustituir al 100 % de sus habitantes ucranianos por ciudadanos rusos

Mariúpol: una próspera ciudad ucraniana a orillas del mar de Azov contaba con una población cercana al medio millón de habitantes antes de la guerra.

Tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania el 23 de febrero de 2022, las fuerzas rusas sometieron a la ciudad a un cruento bombardeo que duró hasta el 20 de mayo.

Ese día, el último foco de resistencia de las fuerzas de Kiev, atrincherado en las instalaciones industriales de la siderúrgica de Azovstal, se rindió a los sitiadores.

La ciudad quedó arrasada. Decenas de miles de civiles murieron y quedaron sepultados bajo sus viviendas.

El resto abandonó sus hogares y buscó refugio en otras regiones ucranianas más seguras. Rusia, tras la conquista, procedió a desescombrar los barrios destruidos, sin ni siquiera retirar los cadáveres mezclados con los escombros.

Las nuevas autoridades prorrusas iniciaron entonces el proceso de rusificación de la ciudad. Cambiaron el topónimo oficial, del ruso al ucraniano, pero, más allá de lo simbólico, comenzaron con los planes de repoblación.

Planes que escondían, en el fondo, un proceso de limpieza étnica, de sustitución poblacional: un crimen de guerra tristemente común durante y después de la Segunda Guerra Mundial, también tristemente común durante las guerras yugoslavas de los años 90 y que, sin embargo, nadie pensó que se pudiera ejecutar en la Europa del siglo XXI con impunidad.

Primero los matan, luego los expulsan y por último les roban sus hogares: Moscú está deportando a los pocos vecinos de Mariúpol que han quedado –unos 125.000– a lejanas regiones de Rusia.

Según datos del Centro de Resistencia de Ucrania, durante los bombardeos rusos murieron unos 25.000 civiles en Mariúpol. Cientos de miles escaparon y no volvieron, y 50.000 ya han sido deportados a Rusia.

El objetivo es que más de 300.000 rusos se instalen en Mariúpol ante de 2035, para lo cual les está ofreciendo incentivos, como hipotecas baratas, empleos y ayudas sociales.

Para ese año, 2035, las fuerzas de ocupación confían en que la simbólica ciudad sea 100 % rusa, mientras que sus legítimos habitantes queden perdidos y desperdigados por la inmensidad del territorio ruso o, en el mejor de los casos, exiliados en la Ucrania libre.