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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden

Biden arenga una inédita huelga en las tres grandes empresas del sector automotriz de EE.UU.

Sumido en la impopularidad y acorralado por el juicio penal contra su hijo Hunter, el mandatario apoyó la huelga simultánea que busca un 40 % de aumento salarial

Las «ganancias récord» de los fabricantes de automóviles deben repartirse de forma «justa», dijo este viernes el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante un discurso en la Casa Blanca sobre la huelga iniciada por el sindicato de las tres grandes empresas automotrices para exigir aumentos salariales.

«Esas ganancias récord no se han compartido de manera justa» con los empleados, dijo Biden, instando a un acuerdo que sea «justo y beneficioso para ambas partes».

En el terreno, frente a la planta de Ford en Wayne, en la región de Detroit (Michigan), bocinas y aplausos saludaron la llegada del presidente del poderoso sindicato United Auto Workers (UAW), Shawn Fain, quien poco antes había anunciado los tres sitios elegidos para iniciar el paro, uno en cada grupo involucrado: General Motors, Stellantis y Ford.

«Esta noche, por primera vez en nuestra historia, iremos a huelga a la vez en los 'Tres Grandes'», había dicho Fain un poco antes del plazo límite para llegar a un acuerdo para el convenio colectivo, en particular sobre el aumento de los salarios.

Además de Wayne, los otros dos centros que van a la huelga son plantas de montaje en Wentzville (Misuri), de GM, y en Toledo (Ohio), de Stellantis. Según el sindicato, alrededor de 12.700 empleados estarán de paro este viernes.

Pero el movimiento podría extenderse, subrayó Fain, quien instó a los aproximadamente 146.000 miembros del sindicato que trabajan para estos fabricantes a estar dispuestos a hacer huelga en función de la evolución de las negociaciones.

Un conflicto social prolongado podría tener consecuencias políticas para Biden, cuyo gestión de la economía recibe críticas, en particular debido a la persistente inflación.

40 % de aumento salarial en 4 años

En campaña para la reelección en 2024, Biden se mueve en un terreno espinoso y debe hacer un equilibrio entre el apoyo expresado a los sindicatos y el temor por las consecuencias para la economía estadounidense de esta huelga.

Según la consultora Anderson Economic Group (AEG), una huelga de diez días podría representar más de 5.000 millones de dólares en ingresos perdidos para la economía estadounidense.

Las negociaciones entre sindicatos y constructores para elaborar los nuevos convenios colectivos por cuatro años comenzaron hace dos meses.

Los empleados del sector exigen aumentos salariales y más beneficios, mientras que los fabricantes, que han registrado ganancias en los últimos años, apretaron las tuercas tras la crisis financiera de 2008.

La última huelga del sector, que se remonta a 2019, sólo afectó a GM. El paro duró seis semanas

El UAW exige un aumento salarial de alrededor de 40% en cuatro años, mientras que los tres fabricantes no han superado el 20% (Ford), según el gremio.

«Esta empresa lleva años generando dinero gracias a nosotros», dijo Paul Sievert, un empleado que trabaja en la planta de Ford en Wayne desde hace 29 años. «Creo que ya es hora de que nos den algo a cambio».

Los tres gigantes históricos de Detroit también se negaron a conceder días adicionales de vacaciones y a aumentar las pensiones, proporcionadas por fondos específicos de cada empresa.

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