Fundado en 1910

Un policía italiano interactúa con niños migrantes rescatados que tiran pompas en LampedusaEFE

Los países europeos se inclinan hacia un bloqueo migratorio en el Mediterráneo, mientras la UE titubea

El Parlamento Europeo ha puesto en pausa parte de las negociaciones de su acuerdo migratorio, lo cual inquieta a los países del Mediterráneo

Las crecientes tensiones entre los países miembros de la Unión Europea y el Parlamento Europeo en torno a la legislación migratoria están impulsando una propuesta drástica: bloquear la inmigración en el Mediterráneo.

El Parlamento Europeo ha anunciado una pausa en las negociaciones sobre dos reglamentos fundamentales del Pacto europeo de Migración y Asilo. La razón principal es la lentitud con la que los Estados miembros están abordando aspectos esenciales de la legislación sobre la gestión de crisis. Esta pausa afecta al control en las fronteras exteriores de la UE y a Eurodac, el sistema europeo para comparar las huellas dactilares de los solicitantes de asilo.

La Eurocámara argumentó que no tomó esta decisión a la ligera, pero que era necesaria para garantizar un avance equitativo en todas las áreas de la reforma. «Los expedientes del Pacto están interrelacionados y avanzar en unas propuestas más que en otras podría provocar un atasco en las negociaciones», explicaron a través de un comunicado.

Pero esta lentitud burocrática ha aumentado las frustraciones en los países de la Unión, que están siendo presionados por los flujos migratorios, como se demostró en la isla italiana de Lampedusa.

Ante esta situación, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, defiende la opción de un bloqueo militar en el Mediterráneo. Y sorprendentemente, un creciente número de europeos parece estar a favor de esta medida: una encuesta en Francia mostró que hasta un 69% de la población apoya la idea.

Dentro del Parlamento Europeo, hay quienes opinan que la pausa en las negociaciones puede incentivar a los Estados miembros a aclarar sus posiciones sobre la gestión migratoria.

«El problema está en el Consejo», señaló una fuente parlamentaria, haciendo hincapié en que no permitirán que los países «despiecen» la legislación según su conveniencia.

Los países miembros sienten que la lenta respuesta de las instituciones europeas pone en riesgo la seguridad y la gestión de la inmigración. Con cada vez más ganas de imponer medidas más estrictas, la propuesta de un bloqueo en el Mediterráneo refleja el creciente descontento y la urgencia para encontrar soluciones.

La próxima reunión de los ministros de Interior de la UE el 28 de septiembre será un punto focal. Si bien no se espera que el Reglamento de Gestión de Crisis esté en la agenda, muchos estarán atentos a cualquier mención o discusión sobre la propuesta del bloqueo.