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Mateusz Morawiecki, Primer Ministro polacoEFE

Polonia se suma a la resistencia de Hungría y anuncia que vetará el pacto migratorio de la UE

Ambos países rechazan la medida que obligará a cada uno de los estados miembros de la Unión Europea a recibir una cuota establecida de inmigrantes

Con la UE a punto de cerrar su polémico pacto migratorio, Polonia ha seguido el ejemplo de Hungría, y expresado su rechazo hacia las nuevas medidas, agregando, además, que vetará el acuerdo la semana que viene.

En declaraciones televisadas, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, afirmó: «Voy al Consejo Europeo la próxima semana donde mantendré mi veto sobre la migración ilegal».

El líder criticó con firmeza la postura de Bruselas y Berlín, argumentando que el pacto migratorio no es más que un «intento de atacar no sólo la soberanía de Polonia y otros estados miembros, sino también un intento de desestabilizar la UE de manera no democrática».

Agregó que, en lugar de solucionar el problema de la migración en su origen y asegurar las fronteras, como Polonia hizo con Bielorrusia, la UE está intentando «abrir las fronteras de Europa».

Polonia irá a las urnas el próximo 15 de octubre. El tema de la inmigración es espinoso, y uno de los fundamentos políticos del partido Ley y Justicia, liderado por Morawiecki.

Manifestar su veto al pacto migratorio le compensa a pesar de que podría materializarse igualmente, ya que no requiere unanimidad: además de ilustrar las dificultades de Polonia a la hora de aceptar más inmigrantes, demostrar su posición contra la inmigración irregular le será de gran ayuda para su estrategia política.

Detalles del pacto

¿Qué propone exactamente el pacto? Su punto más controvertido es la búsqueda de un equilibro internacional respecto a la gestión de las olas migratorias. La UE y Alemania proponen repartir las posibilidades entre los países miembros, para que cada uno acoja a un número similar de inmigrantes, y las fronteras de ciertos países no se vean saturadas – como es el caso de Italia o Grecia.

El acuerdo obligaría a los países de la UE a recibir una cuota inicial de 30.000 migrantes, principalmente de aquellos que huyen de crisis en Oriente Medio y África y solicitan asilo en Europa. Sin embargo, se ha ofrecido una alternativa a los países reacios: aquellos que opten por no recibir migrantes pueden abonar 22.000 euros por cada persona que rechacen.

Hungría, bajo la dirección de Viktor Orbán, ya se quejó en contra de esta medida: «En Hungría no habrá cuota de inmigrantes, ni gueto de inmigrantes», manifestó Orbán. Desde Budapest, propone un enfoque distinto, que consiste en reforzar las fronteras y ayudar en las regiones de origen de los migrantes. Ya en el año 2015, Hungría ya levantó vallas en sus fronteras del sur.