La Eurocámara acusa a Polonia de «hipocresía» tras el escándalo de la venta de visados fraudulentos
Bruselas ha pedido a Varsovia que lleve a cabo una investigación para tener «claridad sobre cifras, tipos de visados, consulados afectados y lugar donde están los que tienen visados»
Polonia está en el punto de mira del Parlamento Europeo. Desde Estrasburgo, Varsovia fue tachada de «hipócrita» por, supuestamente, haber permitido la venta fraudulenta de varios cientos de miles de visados para el espacio Schengen. Sería un ejemplo de doble moral, dada su histórica y férrea reticencia a la entrada de inmigrantes en la Unión Europea.
La Eurocámara llevó a cabo un debate en torno a este tema tan espinoso, e instó a Polonia a llevar a cabo una investigación independiente, con el objetivo de esclarecer los detalles del escándalo y resolver los problemas provocados.
Margaritis Schinas, el vicepresidente comunitario, señaló en nombre de la Comisión Europea la gravedad del asunto, y enfatizó que el espacio de libre circulación Schengen «se basa en la confianza» y que es «fundamental que cada estado miembro tenga una actitud responsable». Schinas exigió «claridad sobre cifras, tipos de visados, consulados afectados y lugar donde están los que tienen visados».
La Comisión Europea ya ha pedido a Polonia información relacionada con once aspectos de este caso. Pero aún se encuentra a la espera de respuestas que permitan despejar las numerosas dudas que se ciernen sobre el episodio. «Esperamos recibir pronto toda la información, para analizarla y evaluar la situación», subrayó Schinas.
La supuesta «hipocresía» de Polonia no pasó inadvertida para el diputado neerlandés Jeroen Lenaers, del Partido Popular Europeo (PPE). Lenaers acusó al país de «suprimir el estado de derecho para que fortalecer la corrupción ».
De la misma manera, el diputado socialista español Juan Fernando López Aguilar resaltó la seriedad con que se debe tomar «cualquier violación de las reglas [Schengen]», subrayando la obligación de la CE de «llegar hasta el fondo» de este asunto.
Sin embargo, también hubo quien vio con ojos críticos la celebración de este debate, como la diputada irlandesa del grupo de la Izquierda, Claire Daby. Señaló la proximidad de las elecciones en Polonia, programadas para el 15 de octubre, y consideró que la discusión podría haberse pospuesto hasta después de las mismas para evitar influencias en el resultado electoral. «No soy amiga del Gobierno polaco ,pero tampoco quiero que se use este parlamento para tratar de manipular unas elecciones», expresó Daby.
En el marco polaco
Este escándalo, que irrumpe a escasas semanas de las elecciones legislativas polacas, se destapó el mes pasado. Supuestamente, varios consulados del sudeste asiático y de Oriente Medio expidieron visados Schengen de manera irregular, efectuando pagos a Polonia que ascienden a varios miles de euros por persona.
El Gobierno polaco, liderado por el partido Ley y Justicia (PiS), ha admitido estas irregularidades. Sin embargo, minimiza su escala, alegando que se trató de «como mucho, unos 300» en vez de 250.000 como afirma la prensa. Mientras tanto, la Comisión otorgó a Polonia plazo hasta el 3 de octubre para responder a una lista de cuestiones relacionadas con el bochornoso suceso.