La Unión Europea aprueba por fin la parte más controvertida de su pacto migratorio

Los representantes de los estados miembros de la Unión Europea han llegado por fin a un acuerdo sobre el último componente de su política común de de asilo y migración. El acuerdo tendría que haberse cerrado la semana pasada, pero la oposición de último momento de Italia impidió que se llegase a una conclusión.

Fernando Grande-Marlaska Gómez, ministro del interior en funciones de España, señaló: «Hoy hemos logrado un gran paso adelante en un asunto crítico para el futuro de la UE. Con el acuerdo de hoy, estamos en una posición mejor para llegar a un acuerdo sobre todo el pacto de asilo y migración con el Parlamento Europeo antes de que termine este semestre».

Este consenso se alcanzó durante una reunión del comité de representantes permanentes del Consejo. Desde allí, finalizaron la negociación sobre las regulaciones de las situaciones de crisis, que incluyen la instrumentalización de la migración y la fuerza mayor en el campo de la migración y el asilo. Básicamente, esta posición será la piedra angular de las negociaciones entre la presidencia del Consejo y el Parlamento Europeo.

La nueva ley define el esquema que permitirá a los estados miembros afrontar situaciones de crisis en el ámbito del asilo y la migración. Para ello, adapta ciertas normas, como, por ejemplo, las que tienen que ver con el registro de solicitudes de asilo o el procedimiento de asilo en frontera. Además, los países también podrán solicitar medidas de solidaridad y apoyo de la UE y sus estados miembros.

Medidas excepcionales en crisis

En momentos de crisis o de fuerza mayor, se autorizaría a los Estados miembros a aplicar normativas excepcionales relativas al asilo y al procedimiento de retorno. Por ejemplo, el registro de solicitudes de protección internacional podría completarse en un plazo no superior a cuatro semanas tras su realización, aligerando así la carga sobre las administraciones nacionales sobresaturadas.

Solidaridad con los países en crisis

Un estado miembro que se enfrenta a una situación de crisis puede solicitar contribuciones de solidaridad de otros países de la UE.

Estas contribuciones se podrán materializar de varias maneras: reubicación de solicitantes de asilo o beneficiarios de protección internacional desde el estado miembro en crisis a otros países contribuyentes; compensaciones de responsabilidad, es decir, el estado miembro de apoyo asumiría la responsabilidad de examinar las solicitudes de asilo para aliviar al territorio que se encuentra en una situación de crisis; y aportaciones financieras o medidas de solidaridad alternativas.

Todas estas medidas excepcionales y de apoyo solidario requieren la autorización del Consejo, siempre conforme a los principios de necesidad y proporcionalidad y en cumplimiento con los derechos fundamentales de los nacionales de terceros países y personas apátridas.

Este reglamento, que trata situaciones de crisis y de fuerza mayor en el ámbito de la migración y el asilo, forma parte del Nuevo Pacto sobre Migración y Asilo propuesto por la Comisión el 23 de septiembre de 2020.

Consta de un conjunto de propuestas para reformar las normas de la UE sobre migración y asilo; entre otras propuestas destacadas, además de la regulación de la crisis, se incluyen la regulación de la gestión de asilo y migración y la regulación del procedimiento de asilo.