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Montaje de Rishi Sunak y David CameronPaula Andrade

El hundimiento de Rishi Sunak, cada vez más solo entre los 'tories' un año después de llegar al poder

El expremier británico David Cameron –fuera de la política desde su marcha en 2016– fue el último en cargar contra el actual ministro tras cancelar el tramo norte del HS2, en el que se invirtieron 28.000 millones de euros

Reino Unido se ha caracterizado en los últimos años por convertirse en un constante polvorín político. Desde 2010, año en el que David Cameron se convirtió en el premier británico, el cargo de primer ministro ha venido acompañado en sucesivas ocasiones por una polémica constante. Ya sea David Cameron y su Brexit, o la constante inestabilidad que caracterizó el paso de Theresa May, o incluso el escándalo del Partygate de Boris Johnson –con Liz Truss acaparando posteriormente el 10 de Downing Street durante 45 días–, lo que parece claro es que los tories parecen destinados a gobernar con inestabilidad.

El último en protagonizar esta 'tradición' ha sido el actual premier, Rishi Sunak, que está siendo objeto de grandes críticas tras cancelar el 'AVE' que iba a unir Londres con las grandes ciudades del norte del país –entre ellas Manchester–. Conocida como HS2 (High-Speed rail network), la alta velocidad de Reino Unido ha llegado a su fin de manera traumática tras invertir más de 24.000 millones de libras –unos 28.000 millones de euros– en los últimos años.

El proyecto, que lleva gestándose por los últimos cinco gobiernos –más el actual– ha terminado por crispar a los tories, que lejos de apoyar al actual primer ministro británico han cargado duramente contra Sunak y su decisión –sin precedentes en la historia del país– durante el congreso del Partido Conservador que ha tenido lugar esta semana en la ciudad de Manchester y en el que el actual dirigente se presentaba con el objetivo de unir filas de cara a las próximas elecciones generales –en las que los conservadores no parten como favoritos.

Inestabilidad y crispación en los 'tories'

El principal crítico de la última decisión de Sunak ha sido el expremier británico, David Cameron, quien ha acusado directamente al actual dirigente de no actuar en beneficio de los intereses de Gran Bretaña.

El expremier, David CameronReuters

«Sospecho que en los próximos años muchos recordarán el anuncio de hoy y se preguntarán cómo se perdió esta oportunidad única en una generación», declaraba Cameron durante su intervención.

Alejado de la política y del 10 de Downing Street desde 2016, Cameron ha reiterado en varias ocasiones que la cancelación del tramo norte del HS2 ha sido una «decisión equivocada».

Sunak, ahogado por los altos costes

Desde el 10 de Downing Street justifican la cancelación del HS2 por los altos costes que conllevaba del proyecto. El último cálculo presagiaba un gasto de más de 100.000 millones de libras, más del doble del presupuesto original. Asimismo, según las últimas estimaciones, el proyecto no habría finalizado hasta el año 2040 en el mejor de los casos.

«Anulo el resto del proyecto HS2 (nombre de la nueva línea de alta velocidad). En su lugar, reinvertiremos cada penique, en centenares de nuevos proyectos de transportes», afirmaba el jefe del gobierno conservador en un discurso en el congreso de su partido en Mánchester. Por lo tanto, la cancelación del HS2 liberaría, según Sunak, una partida de 36.000 millones de libras, cifra que se destinaría mayormente a mejorar las líneas de tren convencionales, así como a la red de autopistas del país.

El primer ministro británico, Rishi Sunak, durante la convención anual del Partido ConservadorEFE

Para cumplir este objetivo, el Gobierno británico ya está estudiando la venta de los terrenos donde iban a realizarse las obras del HS2. Una decisión con la que Rishi Sunak pretende impedir que el proyecto pueda ser retomado por el Partido Laborista... o por los propios conservadores en el futuro.

Los laboristas, favoritos en las encuestas

Las próximas elecciones generales en Reino Unido están programadas para celebrarse, como tarde, el 28 de enero de 2025, después de que la Ley de Disolución y Convocatoria del Parlamento de 2022 derogara la Ley de Parlamentos de Plazo Fijo de 2011.

Las constantes polémicas y escándalos que han salpicado al Partido Conservador desde 2010 han provocado el hartazgo de la sociedad británica, que de cara a las próximos comicios optarán mayormente –salvo sorpresa– por un Gobierno dirigido por el Partido Laborista.

Así lo ejemplifica la última encuesta publicada por el instituto We Think. En este momento los laboristas conseguirían hacerse con las llaves del 10 de Downing Street con el 46 % de intención de voto, 20 puntos más que los tories.