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De izquierda a derecha: Josep Borrell, Ursula von der Leyen y Volodímir ZelenskiServicio ucraniano de prensa / AFP

Ampliación de los 27

Ucrania recibiría casi 200.000 millones de euros si entrara en la Unión Europea

La cifra se obtiene de los pagos de los fondos de cohesión y de la política agraria comunitaria, lo que implicaría recortes a otros países

Ucrania recibe desde hace años ciertas ayudas de la Unión Europea, mucho antes incluso de la invasión por parte de la Rusia de Putin.

Miles de millones se han destinado especialmente en el desarrollo del sector agrícola, de interés estratégico para Bruselas ya que la exrepública soviética es considerada como el «granero de Europa».

País calificado como pivote estratégico, ha sido objeto de deseo de varias potencias, entre las que se incluye Rusia y China. El interés principal de Moscú es el sector del acero y otros metales del Donbás, pero el de Pekín es el agrícola.

En 2013, China acordó invertir 2.600 millones de euros para que hasta tres millones de hectáreas ucranianas en 50 años se dedicaran en exclusiva a proveer de carne y productos agrícolas al gigante asiático, falto de terreno fértil para alimentar a toda su población.

Esto es de extrema importancia, aunque la gran parte de los medios ni lo mencionan. ¿Por qué? Porque atraer a Ucrania a la esfera de influencia de Bruselas es hacer mucho daño a estos dos adversarios al mismo tiempo.

En 2014 tuvo lugar el «Euromaidán» que significó un giro de 180 grados en la política del país al pasar de la esfera de influencia rusa a la occidental en muy poco tiempo.

Kiev levanta ampollas

Si Ucrania se uniera como miembro de pleno derecho a la Unión Europea, daría a Kiev el derecho a percibir 186.000 millones de euros en siete años, según recoge el Financial Times tras tener acceso a un informe interno que evalúa el coste de una posible ampliación con otros ocho países.

Pasar de 27 a 36 Estados miembros supondría un cambio completo en el presupuesto, no solo por la cantidad disponible, sino porque muchos de los que ahora reciben fondos pasarían a ser contribuidores netos por primera vez.

El coste de la unión se estima en 256.800 millones de euros, mientras que el presupuesto anual aumentaría en un 21 % alcanzando los 1,47 billones de euros.

Muchos países llevan años esperando ser parte del club europeo, pero también es cierto que su actual estatus les permite ser receptores de ayudas sin aportar nada a cambio. Algo que terminaría de manera inmediata en cuanto firmaran la adhesión.

Según la normativa actual, Ucrania tendría derecho a recibir 96.500 millones de euros de la Política Agrícola Común de la UE durante siete años, lo que obligaría a recortar los subsidios agrícolas actuales a otros Estados miembros en casi un 20 %.

La situación del campo europeo actual no anticipa negociaciones tranquilas, más aún teniendo en cuenta que Ucrania se convertiría en uno de los principales competidores dentro del mercado común.

También reuniría los requisitos para recibir 61.000 millones de euros en pagos de los fondos de cohesión –destinado a mejorar la infraestructura en los territorios menos desarrollados–, lo que excluiría a receptores actuales como la República Checa, Estonia, Lituania, Eslovenia, Chipre y Malta. Otro debate conflictivo.

Los países de la UE deberán decidir por unanimidad antes del final de este año si dan luz verde al comienzo de las negociaciones de adhesión. Si se tienen en cuenta las posiciones actuales de Polonia y Hungría, será imposible.

Si Von der Leyen accede a desbloquear la financiación a Budapest, tendrá un problema menos, aunque la izquierda criticó este martes la posibilidad en la sesión del Parlamento Europeo en Estrasburgo.