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Llamas y humo se elevan tras ataque aéreo israelí en GazaEFE

Conflicto árabe-israelí

La OTAN considera a Israel como «socio» pero no prevé tomar parte en el conflicto

La solidaridad es obligada pero el choque es regional, aunque reconoce que haya potencias interesadas en escalarlo

Las consecuencias del ataque de Hamás a Israel de este fin de semana, así como la respuesta de Tel Aviv, se están mirando con lupa desde la sede de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

El Estado judío es socio relevante de la OTAN y es obligatoria la solidaridad con el país «pero no habrá mayor reacción» por parte del organismo de defensa, según han informado fuentes internas. Una de las hipótesis que se manejan es un posible fallo en los sistemas de inteligencia, aunque es imposible de confirmar en este momento.

Lo que sí admiten desde la sede en Bruselas es que «hace tiempo que no se recaba información sobre el conflicto de Oriente Medio» dado que las principales preocupaciones son «Ucrania, Kosovo, Bosnia y los territorios OTAN».

Ante la posibilidad de que Hamás haya sido utilizado por Teherán o Moscú para escalar el conflicto, las fuentes consultadas lo enmarcan de manera exclusiva en «un conflicto regional».

Eso sí, se entiende que Rusia sería una de las potencias interesadas en abrir nuevos frentes para desviar la atención de Ucrania y tensionar la logística de la organización atlántica.

Quién es quién

Cada vez que los conflictos en Oriente Medio se cobran víctimas, las dudas sobre las relaciones de poder entre los países de la región surgen de nuevo.

En esta ocasión, la situación es completamente distinta. «La OTAN tiene como aliados árabes a Egipto, Marruecos, Jordania, Bahrein o Emiratos Árabes», señalan desde la organización.

Y es que a esto se suma los Pactos de Abraham auspiciados por Estados Unidos con los que, por primera vez en la historia, se han distendido enormemente las relaciones entre Israel y países del mundo árabe.

Uno de los países a tener en cuenta es Arabia Saudí. La monarquía petrolífera emitió un comunicado tras el ataque de Hamás mostrando su apoyo al plan de Naciones Unidas de dos Estados para la región. De esta manera se desmarca de la posición de numerosos miembros de la Liga Árabe que apoyan abiertamente la causa palestina.

Otro es Marruecos. El rey Mohammed VI y Tel-Aviv llevan meses de «luna de miel» después de años de gran tensión y esto se traduce en acuerdos en materia económica y de defensa. Aunque hay una gran diferencia entre las relaciones diplomáticas y el sentir del pueblo marroquí.

Los israelíes han entregado a Rabat una versión limitada de la «cúpula de hierro», mientras que una empresa israelí (Ratio Petroleum) habría conseguido el 100 % del derecho de prospección de petróleo en aguas canarias al ampliarse la plataforma marina gracias a la entrega del Sáhara a Marruecos por España.

Lo que todavía está por definir es quién ha apoyado a Hamás en este último ataque porque el salto cuantitativo y cualitativo es evidente. «Una coordinación semejante no se ha visto antes tomando al asalto bases militares, desplegando numerosas tropas y atacando varios objetivos en tan poco tiempo», explican desde la OTAN.

Por el momento, varios analistas han esbozado lo que podría haber detrás del ataque: Hamás sería la mano ejecutora, detrás estaría directamente Qatar –logística y finanzas más la fuerza mediática del canal Al Jazeera- e Irán -entrenamiento, armas, asistencia y fondos–.

El Ejército israelí se concentra por el momento en Gaza y el norte del país ante ataques desde el Líbano, pero se desconocen los próximos pasos como respuesta al ataque de Hamás. El primer ministro Israelí, Benjamin Netanyahu, ha denominado lo ocurrido el pasado fin de semana como el «11-S» de su país.