El representante de Palestina en España: «La pérdida de cualquier vida sea del credo que sea es condenable»

el ataque terrorista perpetrado por Hamás, el pasado 7 de octubre, ha vuelto a poner el foco en Oriente Medio, concretamente en el conflicto palestino-israelí. Los acontecimientos se han precipitado de forma descontrolada. Las imágenes de las matanzas en los territorios israelíes cercanos a la Frontera de Gaza muestran una barbarie sin precedentes.

Israel ha decretado el estado de guerra y ha respondido ferozmente contra el enclave. Las imágenes de la destrucción de Gaza también son devastadoras. Como en todas las guerras, son los civiles, de ambos bandos, quienes acaban pagando las consecuencias. Con este eje en la conversación, el representante de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en España, Husni Abdel Wahed, concede una entrevista a El Debate.

–¿Qué análisis hace de los sucesos que estamos viendo en Gaza e Israel?

–Para empezar, me gustaría que el enfoque no sea Gaza e Israel. Es Palestina e Israel, porque Gaza es parte de Palestina, de la Palestina ocupada. Lamentablemente, la situación es sumamente crítica y está abierta a todos los escenarios. Hasta los últimos acontecimientos, Occidente apoyaba el derecho de Israel a defenderse, pero siempre dentro de unos parámetros de proporcionalidad. Ahora, estos límites ni siquiera están presentes.

La postura de EE.UU. es, esta vez, más intransigente que nunca y tan hostil a la existencia del pueblo palestino, que instiga al exterminio de los palestinos, facilitando a Israel arsenales estadounidenses. Suministra armas más destructivas de las que ya tiene. ¿Cuál es el objetivo? Hacer desaparecer de la faz de la tierra a la Franja de Gaza.

–¿Justifica la Autoridad Nacional Palestina los ataques contra civiles, como la matanza de los bebés que hemos visto recientemente?

–Hay fuentes del Ejército israelí que niegan la existencia de tal matanza. Pero, si esto fuera verdad, nadie puede tolerarlo, ni justificarlo ni aceptarlo. La pérdida de cualquier vida humana, sea quien sea, del color que sea, de la etnia que sea, del credo que sea, es condenable. La vida humana es sagrada. Sin embargo, este humanismo occidental no lo vemos cuando se trata de bebés palestinos.

Occidente no es objetivo. No hay que caer en la trampa de justificar algunas matanzas y negar o condenar otras. Toda matanza que tenga un coste humano es deplorable, sea del lado que sea. Lamentablemente, antes de los últimos acontecimientos, ha habido un genocidio continuo contra el pueblo palestino. Pero solo es noticia cuando se trata de Israel.

–¿Tenía conocimiento la Autoridad Nacional Palestina del ataque del pasado 7 de octubre?

–No es ningún secreto que Hamás es adversario político e ideológico de la Autoridad Palestina. Por lo tanto, no hay ninguna coordinación con Hamás. Pero, las acciones de Israel, que está masacrando a nuestro pueblo, no se pueden justificar con lo que hace Hamás u otros. Israel no necesita pretextos, lleva 75 años masacrando al pueblo palestino.

–¿Qué papel ha desempeñado Irán en este ataque?

–Le remito a los informes de Estados Unidos y de Inteligencia estadounidense que afirman que no hay ninguna evidencia de que Irán ha estado implicado en los últimos acontecimientos en Palestina.

–¿No considera que esta nueva guerra empeora aún más la vida de los palestinos, sobre todo aquellos que viven en la Franja de Gaza?

–La vida de los palestinos es casi inhumana, producto de la ocupación. Naciones Unidas ya advirtió de que la Franja de Gaza iba a ser no apta para la vida humana a partir del año 2020-2021, por culpa de la política que ejerce el Estado de Israel como potencia de ocupación sobre nuestro pueblo. Este último ataque sí agrava más lo que ya es grave. Pero con o sin pretextos, Israel implementa esta política y cuenta con el consentimiento de las grandes potencias.

–¿No valoran otra vía para llegar a un entendimiento con Israel?

–En el año 1991, aquí en Madrid, comenzó una conferencia que tuvo como resultados los Acuerdos de Oslo. En su momento, para muchos, fueron una ventana de esperanza. Estos acuerdos tenían un plazo de cinco años, que tenían que culminar con una solución definitiva. Primero, reconociendo los derechos del pueblo palestino, así como posibilitar que este ejerza su independencia y soberanía en su Estado propio sobre el 22 % de la Palestina histórica.

Pero, dos años después de la firma de los Acuerdos de Oslo, el fascismo que gobierna el Estado de Israel asesinó al artífice de estos acuerdos, el entonces primer ministro de Israel, Isaac Rabin. Posteriormente, ese mismo fundamentalismo asesinó al artífice del lado palestino, Yasser Arafat. Durante todo este tiempo, la parte palestina ha respetado sus compromisos. La parte israelí, sin embargo, no ha respetado ninguno de los compromisos contraídos en los Acuerdos de Oslo. Entonces, ¿qué podemos negociar? Si Israel anuncia que no lo va a hacer. Si ya nos ocupan sin negociaciones.

–¿Qué futuro les espera a los palestinos después de esta guerra?

–Esto es resultado de la falta de congruencia de nuestros amigos europeos y Estados Unidos. A los moderados, no nos han ofrecido absolutamente nada. Las condiciones de vida del pueblo palestino, desde que comenzó el llamado proceso de paz, han empeorado. Israel ha extremado sus políticas de exterminio contra el pueblo palestino. Cómo podemos convencer a nuestro pueblo, a pesar de que la mayoría sigue creyendo en una solución pacífica, a no optar por la vía armada. Para que esto no ocurra, necesitamos que los europeos y Estados Unidos actúen más sabiamente.

–¿Cómo valora la posición de España y la Unión Europea ante el conflicto?

–España es un país amigo. Mantenemos un canal abierto con el Gobierno español. En el ámbito europeo, no puedo decir que las posturas de los países europeos sean homogéneas, son muy heterogéneas en este conflicto. En esta última fase, yo diría que hay un desequilibrio en los pronunciamientos de muchos actores europeos y pido que, por favor, recapaciten y no entreguen cheques en blanco a Israel para matar. Serían responsables de la muerte de más palestinos y de más israelíes. Por el bien de todos, Europa debe actuar con racionalidad y con sabiduría. Ser parcial no beneficia a nadie. Si no se pone fin a la ocupación, el conflicto puede estallar en cualquier momento.