El servicio militar de españoles en Israel: cómo, cuándo y cuánto tiempo le dedican

Jóvenes y adultos de nacionalidad española realizan el servicio militar en Israel o lo han cumplido en el pasado. Algunos son reservistas que han sido llamados a filas en la guerra que libra el Estado Judío contra Hamás, otros, que entrenan una vez al año, están a la espera de recibir la notificación de alistamiento.

Pero, ¿quiénes son estos españoles que han decidido radicarse en Israel y sumarse a las filas de «Tzáhal»?, las Fuerzas de Defensa israelíes. Y sobre todo, ¿por qué lo hacen?, o ¿cómo están viviendo estos momentos de conflicto armado?.

El Debate ha entrevistado a algunos de ellos y nos han contado sus trayectorias, lo orgullosos que se sienten «como españoles» e «israelíes» de servir en el Ejército. Su condición, al tener doble nacionalidad, especialmente a raíz del fallecimiento de la sevillana Maya Villalobo en el ataque de la organización terrorista Hamás, les motiva a querer visibilizar su situación.

«A Maya no la conocía, pero cuando vi que guardaron un minuto de silencio por ella pensé que se están abriendo los ojos en España», manifiesta Alba A., 23 años, una soldado hispano-israelí que realiza el servicio militar obligatorio en Israel, que concluirá el próximo enero.

Experta en vehículos blindados

Instructora de infantería en la unidad Golani, una de las más condecoradas del Ejército israelí, la joven tiene por misión el adiestramiento en la utilización del vehículo blindado Namer.

«soldado solitario», son los jóvenes que hacen el servicio militar en el Ejército , pero que no tienen familia en el país

Nacida en Israel y emigrada a Madrid cuando tenía 2 años, Alba es lo que se conoce como «soldado solitario», aquellos jóvenes que deciden realizar el servicio militar en el Ejército israelí, pero que no cuentan con familia en el país.

Comenzó a los 22 años, tarde para lo que es la edad en que las israelíes que se enrolan al alcanzar la mayoría de edad (18 años), puesto que estudió primero en la universidad.

Cuando se declaró el estado de guerra en Israel a raíz del ataque coordinado de Hamás, la joven se encontraba en España, donde sus superiores le habían autorizado a desplazarse para pasar las festividades judías con su familia.

Nos habían dicho que este año se estaban calentando las cosas en el norte (frontera con Líbano), pero no desde GazaAlba A. 23 años

«Nadie se esperaba que fuera a suceder algo así, nos habían dicho que este año se estaban calentando las cosas en el norte (frontera con Líbano), pero no desde Gaza», dijo la uniformada, quien desde el domingo se encuentra en Israel y a la espera de retornar a su base, ubicada en el desierto meridional del Neguev.

El servicio militar es obligatorio en Israel y las mujeres cumplen dos años en promedio en realizarlo, mientras que los hombres tres, dependiendo de si han cumplido antes un año de preparación para los extranjeros, o un servicio social de carácter nacional.

A la espera de ser trasladada a su base por el Ejército o la organización «Ahim Laneshek» (compañeros en armas), que combatió duramente la reforma judicial impulsada por Benjamín Netanyahu y ahora reconvertida en principal canalizadora de los esfuerzos de asistencia a víctimas y ayuda de todo tipo en la guerra, Alba sigue de cerca los acontecimientos cerca de Tel Aviv.

«Mis amigas están en la zona de la frontera donde están acantonadas las tropas. Están dando clases de emergencia antes de que entren los blindados. A otras las mandan a distintas bases», refiere al precisar que «también hay preparativos en el norte».

Una vez llegue a su base, deberá «firmar» para que le entreguen un arma, en su caso, un fusil M16, recoger todos sus pertrechos antes de conocer su destino final.

Estar en el Ejército de Israel no significa que estoy traicionando a España, sino al contrarioAlba A. 23 años

En torno al debate acerca de dobles lealtades, aclara: «Para mí estar en el Ejército de Israel no significa que estoy traicionando a España, sino al contrario. Para mí es defender unos derechos y unos valores en Oriente Medio: defender a Israel como Estado legítimo es muy importante para España y Europa».

Isaac Chocrón, 25 años y natural de Melilla siempre supo que su futuro estaba en Israel. Tras concluir el Bachillerato, a los 18 se nacionalizó en ese país, donde estudió ingeniería industrial y tras ello se alistó en el Ejército.

«Lo tuve bastante claro tanto a nivel económico, de estudios mucho más prácticos y decidí buscar mi familia en Israel», asegura.

Aportar mi granito de arena a hacer mejor este país y este Ejército, que me ha acogido como uno más de la familiaIsaac Chocrón, 25 años y natural de Melilla

Actualmente sirve como analista dentro del brazo del Ejército de Tierra, en el área tecnológica y logística, elaborando análisis de datos y reportes a diferentes unidades.

«Lo que me llevó a mi a ir al Ejército es devolver todo lo bueno que me ha dado Israel, y sobre todo aportar mi granito de arena a hacer mejor este país y este Ejército, que me ha acogido como uno más de la familia», subraya.

La mili también la pueden hacer extranjeros no nacionalizados de manera voluntaria y por un período menor

No sólo aquellos que se nacionalizan como israelíes realizan el servicio militar obligatorio, sino que también lo pueden hacer extranjeros no nacionalizados de manera voluntaria, y por un período menor. En cualquiera de ambos casos, los extranjeros reciben formaciones para el aprendizaje del hebreo y adaptación a Israel.

Siempre me he identificado como un judío español. Antes que nada está mi religión y no concibo mi religión sin IsraelIsaac Chocrón, 25 años y natural de Melilla

«Siempre me he identificado como un judío español. Antes que nada está mi religión y no concibo mi religión sin Israel. Siempre me he identificado como un judío español. Antes que nada está mi religión y no concibo mi religión sin Israel. Por lo tanto, es una obligación moral para mí servir en el Ejército de Israel». matiza Chocrón desde una población aledaña a Tel Aviv, tocado con una kipá negra y el uniforme militar apoyado en una silla.

Sobre la posibilidad de vivir una guerra, reconoce que, «la parte española que tengo está asombrada. Pero la parte israelí me dice, vamos hasta el final con todo y agradecer a dios que vaya a terminar y que vamos a ganar».

A la española Alis Cohen, 22 años, la guerra le ha sorprendido en Melilla

A la española Alis Cohen, 22 años, la guerra le ha sorprendido en Melilla. Ella terminó el año pasado el servicio militar, donde llegó a desempeñarse como responsable del entrenamiento básico de soldados, con el rango de sargento.

Sobre su experiencia militar recuerda lo importante que es el servicio como integrador de la sociedad israelí, aún reconociendo en todo momento su origen español.

En el Ejército su labor consistía en recibir a los nuevos cadetes, hombres y mujeres: «Les explicaba qué era el Ejército, cómo tenían que hablar. Hay muchas palabra diferentes, incluso que no conocen los israelíes», rememora.

Por hora no creo que necesiten entrenar a soldados básicos sino a combatientes

Aunque afirma que si recibe una orden de alistamiento no tendría ningún problema en acudir, cree que las prioridades de las Fuerzas Armadas ahora son otras: «Soy reservista, me pueden llamar pero por hora no creo que necesiten entrenar a soldados básicos sino a combatientes. En el momento en que entren en Gaza puede que sí».

Consciente de la visión apriorística que pueda tenerse de la institución militar como aquella en la que hay «hombres con la metralleta», asegura que las instrucciones que ha recibido son claras, «no disparar a nadie al menos que la vida de uno corra peligro».

Nunca me han hecho problema por ser española y ser israelíAlis Cohen, 22 años

Cohen presume, además, de haber hecho gala entre sus compañeros de su españolidad.

«Siempre me he sentido orgullosa de las dos partes y nunca me han hecho problema por ser española y ser israelí», concluye la joven melillense, que al igual que otros muchos binacionales en diferentes posiciones, desempeñan un papel activo en el Ejército de Israel.