La élite de la Unión Europea se reúne en Bruselas para dictar las estrategias a seguir en un mundo cambiante

Este lunes ha comenzado en Bruselas la Conferencia de Embajadores de la Unión Europea, un acto anual en el que mandatarios de alto nivel debaten sobre las actividades exteriores, los acontecimientos mundiales y las perspectivas estratégicas comunitarias.

Más de 145 embajadores de delegaciones y oficinas de la Unión Europea de todo el mundo, más los jefes de las misiones y operaciones militares y civiles, representantes especiales, enviados especiales y jefes de representaciones de la Comisión Europea en los 27 Estados miembros se pondrán al día de todo lo que ocurre en torno al mundo europeo y debatirán sobre los riesgos, oportunidades, fortalezas y debilidades de la Unión.

Los temas de este año giran en torno al nuevo entorno de seguridad mundial, especialmente volátil con la participación cada vez más activa de Rusia y China en la esfera internacional interviniendo en zonas de influencia históricamente occidentales.

En esta línea, se tratará el futuro de la seguridad y la defensa de la UE, la ampliación y la culminación del proyecto comunitario en un momento de crisis interna y externa, el ascenso de China, las transiciones ecológicas y digital, la nueva agenda económica de la UE, y cómo movilizar a los ciudadanos europeos en todo el mundo con motivo de las elecciones al Parlamento Europeo.

El alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Comisión, Josep Borrell, ha inaugurado la conferencia asegurando que llega este año en una coyuntura crítica” ya que «los próximos meses serán cruciales para la paz y la seguridad mundiales y para el futuro del mundo».

Sobre la delicada situación de Oriente Medio, ha reconocido que «la crisis [...] ya está teniendo un impacto duradero en nuestra política en Ucrania» y que "más que nunca, Ucrania lucha contra la invasión rusa” porque «si pierde, nosotros perdemos».

Sobre la delicada situación diplomática en la que sitúa este doble frente a la Unión Europea, ha recordado que para muchos países del Sur Global la guerra rusa en Ucrania no es un problema global sino occidental, y que incluso «aprovecharán la crisis» entre Israel y Hamás para «subrayar lo que consideran una contradicción en nuestro posicionamiento, o incluso una contradicción entre europeos».

Sobre el conflicto en Oriente Medio

Desde el ataque terrorista de Hamás el pasado 7 de octubre que dejó más de 1.400 muertos, más de 5.400 heridos y 242 secuestrados, la operación israelí contra el grupo islamista, consistente en incursiones y bombardeos que afectan indiscriminadamente a la población civil en la Franja de Gaza, ha provocado ya más de 10.000 fallecidos (más de 4.100 menores) y 24.800 heridos.

Sobre la forma de responder de Israel, Borrell ha matizado que "se puede aplastar a la gente, pero en todas partes hay que buscar soluciones políticas”, aunque ha dejado claro que «ignorar el coste humano podría acabar siendo contraproducente».

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, no se ha quedado atrás y ha pedido a Europa que se implique aún más en la escena mundial ante los desafíos actuales.

Para Ucrania, apuesta por la fórmula de paz del presidente Zelenski y «debe convertirse en miembro de la Unión Europea para fortalecerla y protegerla en el futuro», ha subrayado. Sobre el conflicto en Gaza, ha vuelto a prometer 25 millones de euros en ayuda humanitaria.

Aunque evitó criticar la respuesta militar de Israel, que debe contar con la «total solidaridad» de la UE «tras el peor asesinato en masa de judíos desde el Holocausto», la alemana ha pedido a Tel Aviv que «se esfuerce para evitar las bajas civiles» en su ofensiva contra Hamás, organización considerada terrorista por la Unión Europea que «claramente está usando civiles palestinos y rehenes como escudos».

Respecto a China, la política es la misma que la de la OTAN: la rivalidad con el gigante asiático «puede ser constructiva, no hostil».

Charles Michel, el presidente del Consejo Europeo, coincidió con los otros líderes en que hay que defender el «sistema mundial basado en reglas», algo a lo que se refiere habitualmente Pedro Sánchez en sus discursos obviando, al igual que el resto, que esas normas son las que pretenden modificar naciones como China fomentando la multipolaridad.