António Costa, el socialista que llegó al poder perdiendo las elecciones y que ha sido un gran apoyo para Sánchez

António Costa ya no es el primer ministro de Portugal, cargo que ha ocupado desde el 26 de noviembre de 2015 hasta el 7 de noviembre de 2023. Casi ocho años en un cargo en el que nadie le veía cuando comenzó su carrera política –siendo todavía estudiante– y menos aún cuando se convirtió en secretario general del Partido Socialista (portugués) en el año 2014, momento en el que su formación se encontraba en un momento delicado.

El tiempo de Costa ha llegado a su fin después de que la Policía registrara su residencia oficial a instancias de la Fiscalía dentro de una investigación por un caso de corrupción que afecta al sector del hidrógeno y el litio en la localidad de Montalegre y que le ha salpicado a él y a varios miembros de su Gobierno, pues la Policía también entró el martes a registrar varios ministerios.

Este asunto ha llevado al ya ex primer ministro de Portugal a dimitir y ser fiel a su palabra, ya que el líder de los socialistas siempre fue claro con la separación de poderes y cuando alguna sospecha planeaba sobre algún miembro de su Gobierno solía decir: «A la política lo que es de la política, a la justicia lo que es de la justicia». Una frase que no se suele escuchar en la política española, al igual que tampoco es sencillo ver a alguien dimitir por un caso de este tipo.

Además, el hecho de que haya sido la justicia quien ha puesto el punto y final al Gobierno de António Costa, resulta paradójico, pues cabe destacar que en su país estaba calificado como «incombustible» y en caso de haber cumplido la legislatura entera –hasta 2026– se habría convertido en el primer ministro más longevo de la democracia portuguesa.

Sus pactos para llegar al poder

António Costa, que en sus primeros años en política estuvo en el Ayuntamiento de Lisboa, no ganó las elecciones generales la primera vez que se presentó como candidato. Costa, de 62 años, quedó en segundo lugar y 16 escaños por detrás de Portugal al Frente. Con este resultado, el líder del partido de centro-derecha, Pedro Passos Coelho –que era además el primer ministro en ese momento– ofreció a Costa un Gobierno de coalición, pero éste lo rechazó y buscó una mayoría alternativa.

No obstante, el por entonces presidente de Portugal Cavaco Silva, no vio posible esa mayoría y nombró primer ministro a Passos Coelho. Sin embargo, el Partido Socialista presentó una moción de rechazo en el parlamento –con mayoría de izquierdas– en las que se incluían los votos de los socialistas y también el de el Bloque de Izquierda, el Partido Comunista, Los Verdes y el PAN (partido ecologista).

Así las cosas, Cavaco Silva tuvo que decidir si convocaba elecciones, o si por el contrario designaba a António Costa como primer ministro, algo a lo que accedió el 24 de noviembre. De esta manera, Costa alcanzó el poder y conformó un Gobierno con cargos de su partido y también independientes.

Así aguantó los cuatro años que duró la legislatura, con un pacto conocido como la 'geringonça' y después logró ganar las elecciones en 2019, cuando rompió con sus socios pese a no tener mayoría absoluta, lo que le obligó a convocar nuevas elecciones en 2022 al no poder sacar adelante los presupuestos. De forma inesperada, el socialista alcanzó una mayoría absoluta histórica que le auguraba un tercer mandato tranquilo y que finalmente ha sido el de su final.

Su amistad con Pedro Sánchez

Costa, con una larga trayectoria en política, la cual comenzó a los 14 años pegando carteles del Partido Socialista, no es un líder de izquierdas parecido a Pedro Sánchez. El ex primer ministro luso, muy bien valorado en Europa, está considerado como liberal, aunque mantiene una gran amistad con el secretario general del PSOE tal y como se ha podido ver en las diferentes cumbres europeas o en la candidatura ibérica para el Mundial de fútbol 2030.

De hecho, Pedro Sánchez lo considera su maestro en algunas cosas y a lo largo de estos años ha tratado de estar muy pegado a él en la gran mayoría de actos, tanto del socialismo europeo como de las cumbres europeas y de las hispano-lusas. Por ello, causa interés conocer la opinión de Sánchez ahora que Costa se ha visto obligado a dimitir –pocas horas después de verse implicado en la investigación–, aunque por el momento ha guardado silencio.

Finalmente, cabe recordar que este viernes y sábado hay un congreso del Partido Socialista Europeo que, lógicamente, estará marcado por la dimisión de Costa. Además, el futuro del socialista portugués es ahora una incógnita, ya que se daba por hecho que buscaría un alto cargo europeo una vez que dejase de ser primer ministro de Portugal. Ahora, su salida por la puerta de atrás se lo complica. Eso sí, él ha se pronuncie la justicia.