Por un puñado de litio: el caso de corrupción en Portugal que acabó con el «socialista amable» António Costa

«Obviamente, he presentado mi dimisión». Con esas palabras, el socialista António Costa anunció que dimitía como primer ministro de Portugal por un caso de corrupción.

Aunque afirmó que se sorprendió por el «proceso penal en mi contra», defendió que la acusación no era compatible con la dignidad de su cargo, por lo que se veía en la obligación de dimitir.

El considerado como socialista «amable» y «liberal», lejos de los maximalismos ideológicos del socialismo español encarnados en la persona del presidente Pedro Sánchez, cayó como resultado de un complejo caso de corrupción y tráfico de influencias relacionado con los permisos de exploración de unas minas de litio en las localidades de Montalegre y Boticas.

El caso afecta también a un proyecto para el estudio de construcción de una planta de producción de energía de hidrógeno en la localidad de Sines, así como a un proyecto de construcción de un centro de datos también en Sines.

Costa será investigado por el Tribunal Supremo –única instancia competente para juzgar a un primer ministro– por dar trato de favor a empresas portuguesas en el negocio del hidrógeno verde y de la minería de litio.

La primera pista del caso surgió en enero de 2021, cuando el semanario Expresso publicó que la Fiscalía había tenido acceso a unas conversaciones telefónicas del ministro de Medio Ambiente, Joao Matos, con Costa, de donde se deducía un posible caso interferencia gubernamental en concesiones para la exploración industrial de litio e hidrógeno.

Según la delegación portuguesa de la CNN, la Fiscalía sospecha que el gobierno maniobró para beneficiar a la empresa Lusorecursos en el concurso de adjudicación de la explotación minera, a pesar de que no forma parte del grupo de empresas con derechos de prospección.

El actual ministro de Infraestructuras, entonces secretario de Energía, João Galamba, habría intervenido en 2019 para que Lusorecursos recibiera la concesión de la exploración durante 50 años de las minas de litio, en un proyecto que, especifica la CNN Portugal, está valorado en 380 millones de euros.

Las irregularidades fueron más allá, ya que Lusorecursos ni siquiera cumplió con el requisito de haber obtenido los derechos de prospección antes de ganar el concurso de exploración.

Los acontecimientos se precipitaron en la mañana del martes. En un amplio operativo, la Policía registró la residencia oficial del primer ministro además de otros 40 lugares, entre ellos varios ministerios.

Durante el operativo policial, se efectuaron unas primeras detenciones. Los detenidos son el jefe de gabinete de António Costa, Vítor Escária, al asesor del primer ministro, Lacerda Machado, y al alcalde de Sines, el también socialista Nuno Mascarenhas.

También fueron detenidos los empresarios Afonso Salema, director general de Start Campus, y a Rui Oliveira Neves, director jurídico y de sostenibilidad.