El giro en el caso de corrupción que derribó al gobierno socialista de Costa desconcierta a los portugueses

Incredulidad y desconcierto en Portugal. Tras una semana en la que se acusó al primer ministro António Costa de corrupción y tráfico de influencias en la concesión de derechos de exploración de minas de litio, y se detuvo a cinco implicados, Costa podría quedar exonerado.

La investigación sigue su curso, pero el proceso ha quedado tocado después de que se supiera que la fiscalía acusó al político socialista de forma errónea tras confundir su nombre con el de su ministro de Economía, que también se llama António Costa.

El juez, de hecho, ha ordenado la liberación de todos los implicados sometidos a prisión preventiva, entre ellos el jefe de gabinete del primer ministro, Vítor Escaria.

Tras este giro, muchos en el país luso se preguntan por qué Costa dimitió de forma tan precipitada y si es posible que un gobierno pueda caer por la transcripción errónea de una llamada telefónica interceptada por la Policía.

Tan se mantiene en el aire la pregunta de si realmente podría revertirse la crisis de gobierno y la convocatoria de elecciones, un extremo que parece del todo descartado.

De hecho, un histórico del Partido Socialista de Portugal, el exministro Pedro Nuno Santos, ya ha anunciado que presentará su candidatura a secretario general, y candidato electoral, para suceder a António Costa.

Nuno Santos se suma así a José Luís Carneiro como aspirante a tomar el relevo de Costa al frente de los socialistas portugueses.

Sin embargo, de los dos, Pedro Nuno Santos es el que parte con mayor ventaja al contar con el apoyo garantizado de al menos 17 federaciones, informaron fuentes socialistas a la CNN Portugal.

Con todo, las encuestas publicadas tras la salida de Costa del gobierno señalan un desgaste del Partido Socialista.

Según un sondeo de Aximage para CNN Portugal, los socialistas siguen en cabeza en intención de voto con el 26 % de los respaldos. Los datos, sin embargo, son negativos, pues implican una caída de apoyo electoral que dejaría al partido gobernante lejos de revalidar su actual mayoría absoluta tras obtener el 41,37 % de los votos en las últimas elecciones.

Quien sí sigue creciendo si techo aparente es Chega!, partido derechista hermanado con Vox que ha recogido el descontento de amplios sectores de la sociedad portuguesa desencantados con la clase política tradicional.

Chega! Lograría el 17 % de los votos, y se consolidaría como tercera fuerza parlamentaria al crecer 10 puntos porcentuales respecto a 2022, apunta CNN Portugal.