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Conner Rousseau, líder de los socialistas flamencosWikipedia

El líder de los socialistas flamencos tendrá que ir a terapia por sus comentarios racistas

Conner Rousseau hizo comentarios despectivos contra la comunidad gitana, alegando que había que «echar a toda esa chusma morena»

El líder del partido socialista de la región belga de Flandes, Conner Rousseau, se encuentra hundido en la polémica tras pronunciar comentarios racistas en un bar de Bélgica.

Estas declaraciones, dirigidas contra la comunidad gitana, se hicieron en presencia de policías en Sint-Nikklas el pasado mes de septiembre. El incidente ha provocado una reacción unánime de condena y ha llevado a la Fiscalía a abrir un procedimiento de mediación esta semana, en busca de una resolución extrajudicial del asunto.

Rousseau, de 31 años y líder de la formación socialdemócrata flamenca Vooruit, ha aceptado las medidas acordadas en el proceso de mediación.

Según ha explicado, su plan de acción incluye continuar la mediación ya iniciada con la comunidad gitana, visitar el Memorial Kazerne Dossin, un museo dedicado al Holocausto y a los derechos humanos, y asistir a sesiones con un terapeuta.

Estas sesiones se centrarán en el impacto de las palabras y el uso del lenguaje. El Memorial Kazerne Dossin está ubicado en Malinas, en un antiguo campo de detención y deportación belga.

Las declaraciones de Rousseau, que ni él mismo niega y que han sido ampliamente criticadas, incluyen afirmaciones como que comprende el racismo de sus vecinos hacia «hombres morenos» y sugerencias de actuar «más duramente» contra ellos. Según el diario Het Nieuwsblad, Rousseau lamentó no poder «echar a toda esa chusma morena» y otros comentarios despectivos. Estas palabras provocaron una tormenta política en Bélgica y han sido calificadas de «inadmisibles y asquerosas» hasta por sus propios socios del partido socialista francófono.

En una rueda de prensa a principios de octubre, Rousseau se disculpó por sus comentarios, alegando que no recordaba exactamente sus palabras y atribuyéndolas a «divagaciones de un borracho». Admitió haber expresado la frustración de muchos vecinos del barrio de forma equivocada.

La crítica hacia Rousseau ha sido generalizada, extendiéndose incluso al partido flamenco Vlaams Belang, segunda fuerza parlamentaria. Tom Van Grieken, presidente de Vlaams Belang, ha criticado tanto las declaraciones de Rousseau como las medidas adoptadas por la Fiscalía, comparando la situación con la Rusia comunista y argumentando que la terapia por una opinión incorrecta no corresponde a una democracia.

El futuro político de Rousseau pende de un hilo, ya que si no cumple con lo acordado en el proceso de mediación, será procesado.