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Tropas ucranianas en la región de JarkovAFP

Este es el campo en el que se decidirá la guerra en Ucrania, y Kiev no está preparada

Rusia saca una gran ventaja a Ucrania en guerra electrónica, aunque las fuerzas de Kiev están haciendo grandes esfuerzos para salvar la distancia

En muchos aspectos, el Ejército ucraniano ha demostrado que está a la altura del ruso o incluso que lo supera.

A pesar de las enormes distancias cuantitativas que separaban ambos Ejércitos al inicio de la guerra, el 23 de febrero de 2021, las fuerzas ucranianas han sabido, gracias a la ayuda occidental, resistir a la invasión de las tropas rusas e incluso hacerlas retroceder.

El material de guerra ucraniano procedente de países de la OTAN, que poco a poco va sustituyendo a los sistemas heredados de época soviética, cada vez es de mayor calidad y son muy superiores a los sistemas rusos.

Ucrania, sin embargo, aún carece de capacidad de autoabastecerse de municiones y sigue dependiendo por completo de la ayuda de sus aliados.

Rusia, por su parte, tiene unas reservas que parecen infinitas, y ha mostrado una gran capacidad de resistencia a los efectos sociales de la enorme pérdida de vidas humanas en el frente, con más de 300.000 bajas entre sus tropas.

Sin embargo, hay un campo en el que Rusia mantiene una clara superioridad frente a Ucrania y que podría ser clave para dirimir el resultado de la contienda: la guerra electrónica.

Según un análisis realizado por la CNN, Ucrania está tratando de superar esa gran distancia que la separa de Rusia en materia de guerra electrónica tanto desarrollando equipos como destruyendo los del enemigo.

Tanto los ucranianos como los rusos emplean armas y tecnologías de guerra electrónica, un ámbito en el que este conflicto ha marcado uno de los muchos puntos de inflexión en la guerra moderna.

La mayor parte de los sistemas empleados en el tablero ucraniano son bloqueadores electrónicos que tienen como finalidad inutilizar los sistemas de puntería guiados por GPS, apunta el informe de la CNN. De esa manera, se logra que los cohetes yerren el objetivo.

En ese sentido, se apunta a que en las defensas construidas por Rusia a lo largo de los últimos meses no sólo se ha puesto el acento en las trincheras, defensas anticarro, campos minados o búnkeres, sino que se han desplegado una tupida red de sistemas electrónicos, principalmente los eficaces sistemas Pole 21, que han dejado atrás las capacidades ucranianas.

El fracaso de la contraofensiva ucraniana se debería, en parte, a la eficacia de las tropas rusas en la lucha electrónica.

Por eso, si Ucrania quiere tener más posibilidades de éxito en una hipotética nueva contraofensiva la próxima primavera, deberá destruir los sistemas de guerra electrónica rusos, algo muy complicado de lograr.

La CNN señala que los sistemas Pole 21 lograron restar capacidad destructiva a los sistemas de misiles HIMARS y Excalibur 155, cedidos a Ucrania por países de la OTAN, que emplean un sistema de guiado vía satélite.

Esta condición podría suponer que la entrega masiva de sistemas de misiles occidentales guiados por satélite acabe siendo una desventaja para las tropas ucranianas que una ventaja.

Por el contrario, Rusia emplea sistemas de era soviética que no tienen sistemas de guiado, lo que los hace invulnerables a la guerra electrónica.

La estrategia seguida por Rusia es la habitual: a pesar de la amplia destrucción de sus equipos, su estrategia no se ve alterada por la inundación de stock de estos sistemas, que permite reponerlos rápidamente.

Ucrania se ha propuesto aumentar sus capacidades de guerra electrónica, pero parte con una fuerte desventaja y va a rebufo de lo que hagan los rusos.

Se trata a una situación similar a la que se tuvo que enfrentar con la guerra de drones el invierno pasado.

Rusia lanzó contra las ciudades ucranianas el invierno pasado de forma masiva ataques con drones suicidas Shahed de fabricación iraní con el objetivo de dejar sin suministro eléctrico a la población civil durante el invierno.

Como respuesta, Ucrania ha logrado fabricar sus propios drones suicidas multiplicando por cien su producción en 2023.

Al igual que en ese campo, los rusos llevan mucho terreno de ventaja, y ya han logrado solventar muchos de los problemas iniciales con que se encontraron por el uso masivo de los sistemas de guerra electrónica.

Al principio, señala la CNN, los sistemas rusos afectaban por error a sus propias tropas, problema que solucionaron escalando su aplicación en el campo de batalla.

Por el momento, Ucrania lo único que puede hacer es tratar de destruir uno a uno los sistemas rusos de guerra electrónica, para lo cual han encontrado una eficaz herramienta en los drones artillados.