Sarkozy critica el ninguneo de los líderes franceses hacia España y la «complacencia» con el terrorismo de ETA
En sus memorias «Los años de luchas» narra sus impresiones de su visita de Estado a España en abril de 2009 y también su «gran afecto» por el país
El expresidente francés Nicolas Sarkozy, reveló en sus memorias Los años de luchas (Alianza Editorial) que su predecesor en el cargo, Jacques Chirac, «no le caía bien José María Aznar y no tenía la menor orientación hispanófila». «François Mitterrand otro tanto», añadió, subrayando que en general «la única prioridad política» para los líderes franceses era con mucha frecuencia Alemania.
«Nunca he comprendido, ni aceptado, esa especie de condescendencia que a menudo he observado en nuestras élites respecto a la Península Ibérica», explica Sarkozy, que en cambio sostiene que España «tendría que ser un socio, un aliado, un amigo de primerísima línea».
Sarkozy también comparte sus experiencias personales y percepciones sobre figuras políticas españolas, como la relación casi amistosa con José Luis Rodríguez Zapatero y la personalidad reservada de Mariano Rajoy. Además, expresa su fascinación por la monarquía española, describiendo encuentros con los Reyes Juan Carlos I y Sofía.
«Complacencia pasiva» con ETA
En cuanto a ETA, Sarkozy denuncia la complacencia pasiva de Francia hacia el grupo terrorista y relata cómo, desde su posición como Ministro del Interior y luego como presidente, se opuso firmemente a esta política, colaborando activamente con España en la lucha contra el terrorismo.
Sarkozy afeó en particular la «postura tradicional de complacencia pasiva (de Francia) hacia el terrorismo de ETA, a quienes dejábamos utilizar nuestro territorio como una base de repliegue en toda regla, lo que suponía un perjuicio enorme para las autoridades españolas».
El expresidente conservador denuncia que «esa fue invariablemente la política de Valéry Giscard d'Estaing, François Mitterrand y Jacques Chirac» a la que defiende que él puso «punto y final sin contemplaciones».
Precisamente a la banda terrorista dedicó buena parte del discurso que pronunció ante las Cortes en el marco de su visita de Estado a España en abril de 2009. Sarkozy cuenta que era consciente de que «la expectativa del auditorio era grande» y por ello optó «deliberadamente por poner sobre la mesa, ante todo, el terrorismo de los independentistas vascos de ETA».
«Quería dejar claro a toda costa que Francia sería siempre un amigo leal de la democracia española contra su enemigo, los terroristas» puesto que «eso no siempre había sido así» y el país «a veces se había mostrado complaciente con aquella banda».
Frente a ello, subraya Sarkozy, no dudó en «calificar a los etarras de asesinos» y en dejar claro que «Francia, patria de los derechos humanos, se deshonraría aceptando ser, de un modo u otro, un santuario para aquellos terroristas».