El plan de Israel para acabar con la red de túneles de Hamás en Gaza
El Ejército israelí ha esbozado un plan para inundar el complejo entramado de galerías de la organización islamista, donde se esconden los milicianos y desde donde lanzan sus ataques
Israel avanza inexorablemente hacia el sur de la Franja de Gaza, mientras asegura mantener el control del norte del enclave palestino. Los combates entre los soldados israelíes y los milicianos de Hamás son cada vez más feroces. Los carros de combate del país hebreo llegan ya hasta la ciudad más grande del sur de la Franja, Jan Yunis, donde han pedido a los gazatíes que evacuen la zona, que han declarado «peligrosa de guerra».
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) consideran Jan Yunis como el último gran bastión de Hamás y es aquí donde sitúan al líder de la organización islamista y cerebro del atentado del pasado 7 de octubre, Yahya Sinwar. Pero, el gran reto de Israel se encuentra bajo tierra, en el complejo entramado de túneles que Hamás utiliza para esconderse y desde donde lanza todos sus ataques. Por ello, Israel ha trazado un plan para acabar, de una vez por todas, con lo que se conoce como «el metro» de Gaza.
El Ejército israelí ha construido cinco bombas de agua en el campo de refugiados de Shati, en el norte de la Franja de Gaza, que podrían ser utilizadas para inundar la red de túneles, según ha publicado el periódico The Wall Street Journal, citando a funcionarios estadounidenses. Cada una de estas bombas tendría la capacidad de bombear miles de metros cúbicos de agua por hora desde el mar Mediterráneo hasta el «metro» de Hamás. Israel habría informado a Estados Unidos sobre este plan el pasado mes de noviembre, pero las voces críticas han paralizado su ejecución.
El plan provoca una profunda división en el principal aliado de Israel. De llevarse a cabo, la inundación de los túneles con agua salada provocaría graves daños en los acuíferos y el suelo de Gaza, sobre todo, si el agua del mar y las sustancias peligrosas de las galerías se filtran, a lo que hay que sumar un más que posible impacto negativo en los cimientos de los pocos edificios que aún quedan en pie. Aun así, una importante parte de la Administración Biden ha declarado su apoyo incondicional a Israel en su lucha por acabar militarmente con Hamás.
Otra desventaja del plan es que el proceso podría llevar semanas y, por lo tanto, permitiría a los milicianos de Hamás evacuar los túneles con antelación, llevándose consigo a los rehenes que tuvieran cautivos. A pesar de que, según indica The Wall Street Journal, no se sabe con certeza si Israel intentará acabar con la red de túneles de Hamás de este modo, no se trata de un plan novedoso. En 2015, Egipto ya inundó esta red subterránea con agua de mar, para intentar frenar el contrabando de armas hacia el enclave palestino.
Por ahora, las FDI han confirmado que han descubierto más de 800 galerías desde el comienzo de la ofensiva militar israelí contra Hamás, de los cuales unas 500 ya han sido destruidas. «Los túneles se encontraban en zonas civiles, y muchos de ellos estaban situados cerca o dentro de instituciones educativas, guarderías, mezquitas y parques infantiles», ha explicado el Ejército israelí. La red de túneles de Hamás es el verdadero quebradero de cabeza de Israel que sabe que se trata de una trampa mortífera para sus soldados.