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El Secretario de Asuntos Exteriores británico, James CleverlyAFP

Reino Unido quiere que su nuevo plan de deportaciones a Ruanda sirva de base para la UE

El nuevo tratado incluye salvaguardas legales en materia de derechos humanos para evitar la oposición del Tribunal Supremo del Reino Unido

Apesar de la polémica que suscitó su primer intento, Reino Unido ha vuelto a firmar un nuevo tratado de asilo con Ruanda, con la esperanza de que este acuerdo sirva de modelo para la Unión Europea en cuanto a la gestión de deportaciones.

Firmado en Kigali, Ruanda, por el Secretario de Asuntos Exteriores británico, James Cleverly, y su homólogo Vincent Biruta, este tratado surge como respuesta a un fallo del Tribunal Supremo del Reino Unido. El fallo del mes pasado determinó que el acuerdo anterior ponía en riesgo a los solicitantes de asilo de ser devueltos ilegalmente a sus países de origen, una práctica conocida como refoulement, contraria al derecho internacional.

El nuevo tratado incluye salvaguardas legales en materia de derechos humanos para atender al dictamen del tribunal y, aunque probablemente enfrentará nuevos desafíos legales, el gobierno de Rishi Sunak ve en él un potencial modelo para la Unión Europea. La administración Sunak también debe modificar el proyecto de ley de control de migración que incorporó el acuerdo con Ruanda en la legislación del Reino Unido.

En una declaración conjunta con Biruta, Cleverly desmintió que se proporcionará más financiación a Ruanda además de los 140 millones de libras ya comprometidos. Y a pesar de las preocupaciones expresadas por funcionarios de la UE en privado sobre el respeto a los acuerdos internacionales de derechos humanos, el Reino Unido avanza con su estrategia.

Este nuevo enfoque británico no solo busca remodelar su propia política de migración, sino que también tiene la ambición de influir en la política migratoria de la UE. En el comunicado que acompaña al tratado, el gobierno del Reino Unido sugiere que este tratado «traza un camino basado en los derechos para una colaboración similar con y entre otros países», señalando que naciones como Austria, Alemania, Dinamarca e Italia están explorando modelos de terceros países, como el acuerdo de Italia con Albania.

Una iniciativa para todos

Este interés del Reino Unido en exportar su modelo a la UE podría generar tensiones, ya que la Comisión Europea ha afirmado reiteradamente que la legislación de la UE impide externalizar las solicitudes de asilo a terceros países. Sin embargo, algunos estados miembros de la UE están buscando formas de sortear este obstáculo legal.

Cleverly reafirmó la seguridad y la capacidad de Ruanda para manejar estas solicitudes de asilo, destacando la historia del país en la acogida y protección de refugiados. El Tratado responde, según él, a las preocupaciones del Tribunal Supremo y sienta las bases para que el Reino Unido y potencialmente la UE adopten un enfoque más coordinado y basado en los derechos en el manejo de la migración y las deportaciones.