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El presidente ruso, Vladimir Putin, durante la rueda de prensaAFP

Putin anuncia que no se detendrá en Ucrania: «Obtendremos la paz por la fuerza»

El bloqueo republicano a la ayuda militar a Ucrania en EE.UU. dispara el optimismo del Kremlin, que ya apunta a conquistar toda Ucrania

En el último mes se ha producido un innegable cambio de actitud en el entramado propagandístico del Kremlin. El pesimismo respecto al futuro de la guerra en Ucrania ha dejado paso a un exultante optimismo y ya se habla de una próxima gran victoria.

Hace unos días fue la portavoz del ministerio de Exteriores, María Zakharova, la que en una entrevista a Afp afirmó que Ucrania deberá capitular de forma completa y sin condiciones ante las tropas rusas si quería paz.

Eso implicaría aceptar las condiciones de Moscú, es decir, la entrega de todas las regiones ya anexionadas, incluidos los territorios que Rusia anexionó pero que Kiev todavía controla, el desmantelamiento del Ejército ucraniano y la instauración de un régimen leal a Rusia.

Sin embargo, el expresidente ruso y vicepresidente del Consejo de Seguridad Nacional –el presidente es el mismo Vladimir Putin–, Dmitry Medvedev, fue más allá y en una de sus declaraciones ultranacionalistas aseguró que el objetivo de Rusia es conquistar toda Ucrania, incluida Kiev y Odesa, y limitar el Estado Ucraniano únicamente a la región de Leópolis, en la frontera con Polonia.

Según el Institute for the Study of War (ISW) el cambio de discurso del Kremlin se debería a una inyección de optimismo debido al fracaso de la contraofensiva ucraniana y al bloqueo republicano en la Cámara de Representantes de Estados Unidos a la ayuda adicional al Ejército ucraniano de 61.000 millones de dólares.

Esa ayuda es esencial para las tropas ucranianas, y sin ella, podría colapsar en cuestión de unos pocos meses.

En la rueda de prensa de balance de año que ofreció este jueves Vladimir Putin, el presidente ruso destacó que Ucrania «no logró nada en ninguna parte» en su contraofensiva iniciada el pasado verano, mientras que las tropas rusas «continúan avanzando sus posiciones».

Además, aseguró que Rusia sólo detendrá la guerra cuando haya alcanzado sus objetivos en Ucrania: «desmilitarización y desnazificación».

«Habrá paz cuando logremos nuestros objetivos. Estos no han cambiado. Les recuerdo de lo que estamos hablando: la desnazificación y la desmilitarización de Ucrania y su estatuto de neutralidad», insistió.

Putin aseguró que Ucrania tendrá que negociar la paz de acuerdo a las exigencias rusas, y si no negocia, Rusia «obtendrá la paz por la fuerza».

Medvedev, por su parte, insistió en la retórica expansionista según la cual Ucrania es territorio histórico ruso, y es Moscú la que debe decidir las fronteras del Estado ucraniano restante.

Según Medvedev, esas palabras significan que Estados Unidos se conformarían con que existiera una entidad estatal ucraniana, que simplemente existiera como país sin importar cuáles sean sus fronteras.

El expresidente ruso señaló que Ucrania, tras la guerra, puede seguir existiendo dentro de las fronteras de la pequeña región de Leópolis, donde podría construir un Estado capaz de defenderse.

El ISW señala que está resurgiendo con fuerza en el Kremlin la retórica sobre una futura partición de una Ucrania derrotada en la guerra, con una Malorossiya, que ocuparía la mayor parte del territorio ucraniano, incorporada a la Federación Rusa, y un pequeño remanente ucraniano en el occidente que se le entregaría a Polonia.