El desgarrador testimonio de la argentina Ofelia Feler, secuestrada por Hamás durante 53 días

Ofelia Feler, la argentina liberada tras 53 días secuestrada por Hamás en GazaEFE

El desgarrador testimonio de la argentina Ofelia Feler, secuestrada por Hamás durante 53 días

Ofelia escribía cartas a sus familiares cada día pero los terroristas no le permitieron conservarlas y prendieron fuego a sus papeles

Ni siquiera pudo conservar las cartas que escribía a sus familiares durante sus más de 50 días de cautiverio en soledad. Ofelia, de 77 años, lamenta que sus captores, los terroristas de Hamás, no le dejaron llevarse consigo ese viejo almanaque donde volcó durante semanas sus sentimientos y pensamientos.

«Lo tiraron al suelo y le prendieron fuego», dice cuando habla sobre el paradero de esos papeles que se convirtieron en cenizas el día 47 de su cautiverio, momento en que los captores le comunicaron que sería trasladada a otro lugar a seis días de su liberación; aunque ella entonces no sabía el motivo.

El pasado 7 de octubre, ese día fatídico en el que los terroristas de Hamás atacaron territorio israelí desde diferentes puntos, Ofelia fue secuestrada en su casa del kibutz Nir Oz, cercano a la Franja de Gaza y donde viven muchas familias de origen argentino.

Ocho terroristas cosieron a balazos la puerta del búnker en el que se refugió cuando empezaron a sonar las alarmas. Ofelia fue herida de gravedad en un brazo, pero aún así se la llevaron a Gaza en un tractor, dentro del que la tiraron «como un saco de papas».

Su sobrino, Hernán Feler, popular comentarista deportivo en Argentina y una de las voces en español que más ha denunciado los secuestros, no se separa de ella desde que fue liberada y Ofelia reconoce que lo que ha vivido «es muy hondo, muy fuerte».

«Nunca en mi vida estuve tan sola», confiesa durante una conversación en Jerusalén tras ser liberada. Ofelia estaba sola, no podía hablar con nadie, quizá únicamente con los terroristas cuando se pasaban por el lugar donde la mantenían cautiva para darle su ración de comida: pan de pita duro y arroz seco; ambos en cantidades ínfimas.

«Encontré un viejo calendario donde escribía cada día cómo me sentía, cartas a mi familia, a mis nietos, mis hijos, a mi marido. Si no, me hubiera vuelto loca», dice Ofelia. Su cautiverio se prolongó durante 53 días, de los que 46 pasó sola, a oscuras y sin casi comida. Tras su liberación, la argentina ha contado cómo fueron esos momentos en los que no podía hablar con nadie pero sí escribir unas cartas que nunca se podrán recuperar.

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