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La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula Von der Leyen, conversa con el presidente francés, Emmanuel Macron,EFE

Macron desbanca a Sánchez y se convierte en el favorito de Von der Leyen

La presidenta de la Comisión Europea participó en tres reuniones bilaterales con el líder francés, mientras que solo concedió una a Pedro Sánchez

A pesar de las apariencias, parece que Pedro Sánchez no es el súbdito predilecto de Ursula Von der Leyen. Los registros de reuniones bilaterales demuestran que Emmanuel Macron, presidente de Francia, fue el mandatario europeo que más veces se reunió con la presidenta de la Comisión Europea, ocupando así el puesto número uno en su lista de favoritos.

Durante el año 2023, Von der Leyen mantuvo tres encuentros bilaterales oficiales con Macron. Esta cifra supera claramente la de las reuniones con los demás líderes europeos, como su único encuentro oficial con el Canciller alemán Olaf Scholz. Las cifras, provenientes de la Comisión y de una pregunta parlamentaria al Berlaymont por el eurodiputado Moritz Körner, revelan una notable predilección por Macron, o por lo menos un enfoque prioritario hacia Francia y sus perspectivas.

Una de las reunione clave entre Von der Leyen y Macron tuvo lugar el 6 de abril en Pekín y contó con la presencia del Presidente chino Xi Jinping. Este encuentro fue parte de una visita de tres días y estuvo enfocado en las relaciones internacionales, especialmente en el contexto de las ambiciones globales de China y su relación con Rusia.

Pedro Sánchez, relegado

En el mismo año, Von der Leyen solo tuvo una reunión bilateral con Pedro Sánchez, el Presidente del Gobierno de España. Este encuentro, que tuvo lugar en Bruselas, coincidió con otra reunión con Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular (PP) español, y se centró en temas abordados en el Consejo Europeo como el presupuesto europeo y la adhesión de Ucrania.

No es de extrañar que el vínculo entre España y Bruselas se haya enfriado, ya que la Comisión Europea y España ha ido experimentando cada vez más tensiones en los últimos meses.

Una de ellas es la polémica en torno a la Ley de Amnistía en España, que formó parte del acuerdo político con separatistas catalanes para comprar la presidencia de Pedro Sánchez. Esta ley provocó críticas cuando llegó al Parlamento Europeo, donde se acusó al gobierno de Sánchez de sacrificar el Estado de derecho por razones políticas.

Otro punto de divergencia ha sido la postura de España respecto al Tratado de la Carta de la Energía. España amenazó con abandonar este tratado si no se alineaba con las ambiciones verdes de la UE, mostrando una clara diferencia en su enfoque hacia la política energética y la mitigación del cambio climático.

Además, el hecho de que Sánchez convocase elecciones anticipadas en plena presidencia española del Consejo de la UE generó preocupaciones sobre el impacto en su liderazgo en el bloque y su compromiso con la gestión del Consejo, dando la impresión de que los intereses de España y del PSOE tomaron prioridad.

A esto se suma el desacuerdo en la política migratoria, evidenciado en la cumbre informal de la UE en Granada, donde las posiciones de España contrastaron con las de países como Polonia y Hungría.