La UE baraja puentear a Orbán y crear un fondo paralelo de ayuda a Ucrania

La Unión Europea se enfrenta a un desafío: asegurar un paquete de ayuda de 50.000 millones de euros para Ucrania, a pesar del posible veto del primer ministro húngaro, Viktor Orbán.

Tras un año de negociaciones infructuosas y la renovada oposición de Orbán, incluso después de desbloquear 10.000 millones de euros en fondos para Hungría, los líderes de la UE están considerando seriamente la opción de sortear a Budapest, poniendo en duda el valor del veto dentro del bloque.

El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, ha sugerido que 26 estados miembros podrían proporcionar el dinero de manera bilateral, aprovechando el período navideño para reflexionar sobre la situación. Esta propuesta representa un cambio pragmático en la estrategia de la UE, marcando un posible alejamiento de la unanimidad requerida para el presupuesto.

Debilidad frente a Rusia

La falta de acuerdo sobre el fondo ha llamado la atención en Moscú. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, señaló las dificultades de Europa y EE. UU. para encontrar financiación adicional para apoyar a Ucrania, interpretando la situación como una oportunidad para el Kremlin.

Por su parte, Austria ha levantado por fin sus reservas sobre el duodécimo paquete de sanciones de la UE contra Rusia, permitiendo así iniciar el procedimiento escrito para su adopción final. Aunque este paquete fue aprobado la semana pasada, aún requiere la aprobación formal del Consejo.

Orbán, que no esconde sus lazos cordiales con el presidente ruso Vladimir Putin, bloqueó la aprobación de los fondos de ayuda a Kyiv en la cumbre del Consejo de la semana pasada. A pesar de que la medida requiere técnicamente el acuerdo de los 27 gobiernos del bloque, los líderes indicaron que podrían estar dispuestos a sacrificar la unidad de la UE y trabajar alrededor de Orbán si es necesario.

Cada vez más polémico

Casi dos años después de la invasión rusa de Ucrania, los líderes europeos están luchando para evitar que la disputa por los fondos cree divisiones importantes y se atasque en la rutina diaria de Bruselas.

Orbán no es el único líder que ha complicado la decisión de liberar efectivo a Ucrania. Líderes como Emmanuel Macron y Giorgia Meloni han insistido en que su apoyo no puede separarse de la financiación adicional para prioridades domésticas como la migración.

Los líderes de la UE se reunirán a finales de enero o principios de febrero para buscar un compromiso y desbloquear este asunto. El primer ministro holandés, Mark Rutte, se ha mostrado «bastante confiado» en encontrar una solución.

En la cumbre de la semana pasada, Orbán reiteró su oposición al paquete de ayuda a Ucrania a menos que la Comisión Europea desbloqueara los fondos de la UE para Budapest, congelados debido a violaciones del estado de derecho en Hungría. La Comisión ya desbloqueó hace poco 10.200 millones de euros en fondos de cohesión para Hungría, pero no fue suficiente para obtener el respaldo de Orbán para el paquete de ayuda a Ucrania.

Con todo, la ministra de Asuntos Exteriores de Ucrania expresó optimismo sobre los comentarios de los funcionarios respecto al paquete de ayuda de 50.000 millones de euros. Y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, indicó que se utilizarán las próximas semanas para preparar una solución alternativa si Hungría se niega a ceder.

Además del obstáculo de Hungría, otro problema con la decisión es que los fondos para Ucrania, 17.000 millones de euros en subvenciones y 33.000 millones de euros en préstamos no presupuestarios hasta 2027, se han vinculado con decisiones sobre el presupuesto general de la UE.

El incremento presupuestario de la UE está destinado a cubrir gastos imprevistos, desde tasas de interés más altas en efectivo postpandemia hasta nuevo dinero para migración.