Subsidios y ayudas sociales: el fracaso del sistema en Alemania
Una quinta parte de las ayudas sociales alemanas tienen actualmente una duración ilimitada
En un momento de crisis, a raíz de la bajada de presupuestos en el gobierno Federal alemán impuesta por su tribunal constitucional, de elevada presión fiscal y de gasto energético de los ciudadanos alemanes ha saltado otro problema al gobierno de coalición encabezado por los socialistas y apoyado por verdes y liberales.
Parece ser que muchos beneficiarios de ayudas sociales prefieren «no trabajar» y mantenerse a costa del resto de ciudadanos (que sí trabajan y pagan sus impuestos). Además, una parte mayoritaria de estos beneficiados son inmigrantes jóvenes. Por este motivo, varios gobiernos federales de Alemania han anunciado que quieren reducir los subsidios y hacer una política donde las subvenciones estén limitadas en el tiempo, porque una quinta parte de las ayudas sociales tienen actualmente una duración ilimitada.
Los gobiernos federales quieren que el Estado examine periódicamente cada subvención en cuanto a su importe, su objetivo y su efecto, adaptarla o anularla, si es necesario, cuando no logra los objetivos esperados.
Incluso la coalición del gobierno ha acordado endurecer las condiciones de las ayudas. El Ministro de Trabajo, el socialista Hubertus Heil, planea cancelar completamente el subsidio social para los beneficiarios del subsidio, sacado del dinero de los ciudadanos, que se nieguen a realizar los trabajos o la formación que les ofrecen los centros o agencias de empleo oficiales.
Seis de cada diez beneficiarios de asistencia social, considerados capaces de trabajar, son inmigrantes
Según los datos de la Agencia Federal de Empleo seis de cada diez beneficiarios de asistencia social, considerados capaces de trabajar, son inmigrantes y además prefieren vivir de las subvenciones a ponerse a trabajar. Se ha visto que el sistema beneficia sobre todo a los inmigrantes, que reciben en torno al 70 % del dinero de asistencia social. Además, una mayoría de los beneficiarios de la ayuda social son inmigrantes con edades comprendidas entre los 15 y 25 años.
En la mayoría de los estados federales, la proporción supera el 50 %. Sólo en algunos estados del este de Alemania, históricamente más depauperados y con menor inmigración la proporción es inferior a la mitad de quienes reciben los subsidios.
Así mismo, Alemania padece un importante incremento de gasto para los ciudadanos de clase media, principalmente por el aumento de la factura de la calefacción que, ahora en invierno, se ha duplicado en muchas zonas del país.
También en el primer sector empieza a haber dificultades. En estos días agricultores de toda Alemania viajan a Berlín para manifestarse contra el recorte previsto de las subvenciones al gasóleo agrícola. La asociación de agricultores advierte de protestas «nunca vistas en el país».
Los agricultores anunciaron una «feroz resistencia» a los recortes agrícolas
Por otro lado, al mismo tiempo que la inflación y el desempleo aumentan lo hacen los impuestos por lo que la ciudadanía toma más y más conciencia de la voracidad fiscal de su gobierno. No solo Alemania sino en el conjunto de Europa y, particularmente en España, padecemos un creciente «canibalismo fiscal», dado que nuestros gobiernos engullen las pocas posibilidades de ahorro que quedan a las clases medias y modestas. Los ciudadanos sobrellevamos un gran gasto público, a menudo, incontrolado, para políticas que una mayoría no compartimos.
En Alemania concretamente se espera que en 2024 la desgravación fiscal federal disminuya alrededor de un 11 % hasta los 18.400 millones de euros en comparación con el año 2023, pero el volumen seguiría siendo 3.000 millones de euros mayor que en 2020. El hecho de que la ayuda financiera sea menor se debe principalmente a que los estados federados apoyan las exenciones fiscales. Si se suma la carga que pesa sobre los gobiernos federal, estatal y local, el déficit de ingresos esperado para 2024 será de 36.200 millones de euros.
El gobierno federal quiere gastar alrededor de 67 mil millones de euros en ayuda financiera y exenciones fiscales para 2024
Con todo, el gobierno federal quiere gastar alrededor de 67 mil millones de euros en ayuda financiera y exenciones fiscales para 2024. Además, se prevé que Alemania gaste unos 36.000 millones de euros para los inmigrantes, como se ha gastado en 2023, mientras aumentan el coste de la vida, la inflación y el desempleo.
Por eso Alternativa por Alemania (AfD) sigue ganado terreno entre la población. Sus argumentos muestran, a la vista de los hechos, el fracaso del enfoque del gobierno «semáforo» de izquierdas en materia de inmigración y subsidios. Ellos piden, «controles de las fronteras y expulsiones»; «prestaciones en especie en lugar de dinero en efectivo para los solicitantes de asilo y refugiados». Es necesario, dicen, para salvar la economía alemana y el porvenir unas «rigurosas medidas para detener una mayor inmigración y así salvar nuestros sistemas sociales».