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Charles Michel y Didier Reynders son miembros del mismo partido, Movimiento Reformista (liberales)AFP

Bélgica

Guerra abierta entre Michel y Reynders para liderar a los liberales belgas en las elecciones europeas

El presidente del Consejo y el comisario de Justicia son dos de las grandes figuras del partido Movimiento Reformista

Este próximo domingo se reunirá el partido liberal belga Movimiento Reformista (MR) para celebrar el primer congreso del partido del año con el fin de elegir a la persona que encabezará las listas antes del 9 de junio ya que el país tendrá elecciones regionales, nacionales y europeas a la vez.

Dos de los nombres en la baraja son el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el comisario de Justicia Didier Reynders, quien ha tenido gran proyección en los últimos meses por la ley de amnistía. El domingo se espera que el presidente del MR, Georges-Louis Bouchez, despeje las dudas al respecto ya que solo quedan cinco meses.

Michel ha mantenido una tensa relación con Von der Leyen. Es conocida su pugna interna en el liderazgo de la Unión Europea y ambos han tenido en ocasiones agendas separadas incluso en las mismas visitas oficiales. Los dos últimos movimientos del belga fueron movilizar la crítica contra Von der Leyen por su explícito apoyo a Israel tras los atentados del 7 de octubre iluminando el edificio Barylemont con la bandera del Estado judío y, el otro, poner fecha de entrada a los países de los Balcanes Occidentales y Ucrania en 2030.

Por parte del comisario, su obligatorio protagonismo con la ley de amnistía le ha servido para ganar enteros ante la opinión pública. Además, la defensa del Estado de derecho (uno de los pilares de esta legislatura del Ejecutivo comunitario) ha pasado enteramente por sus manos al ser el responsable de Justicia.

Además de estos dos políticos europeos, se encuentran otras figuras conocidas en el país como el eurodiputado Olivier Chastel, la ministra belga de Asuntos Exteriores, Hadja Lahbib, la ex primera ministra Sophie Wilmès y el secretario de Estado Mathieu Michel, hermano de Charles Michel e hijos ambos de Louis Michel, ex ministro de Asuntos Exteriores belga, ex comisario de cooperación internacional y exeurodiputado. A los tres se les conoce como ‘el clan Michel’.

Aunque no hay relación directa entre ser cabeza de lista del partido y acabar en puestos de dirección de la Unión Europea, sí que es cierto que el líder tiene la potestad de nominar candidatos del partido a diferentes cargos, de ahí que sea un puesto muy deseado, y más cuando coinciden las tres elecciones el mismo día.

Cómo funcionan las elecciones belgas

Los 150 miembros de la Cámara de Representantes son elegidos en 11 zonas plurinominales, que incluyen las diez provincias y Bruselas (régimen especial), con un rango de entre 4 a 24 escaños. La asignación de estos sigue la ley D'Hondt, al igual que en España pero con un umbral electoral del 5% por zona (en nuestro país es del 3 %).

Los 16 diputados elegidos en Bruselas tienen la opción de unirse a cualquiera de estos dos grupos, por lo que en la práctica se puede decir que tienen la llave de cada gobierno al ser bisagra.

La distribución de escaños se ajusta cada década según los datos poblacionales; la última actualización fue mediante un decreto real en 2022, donde Bruselas y Namur ganaron un escaño cada una, mientras que Henao y Lieja perdieron uno cada una. La participación en las elecciones es obligatoria para todos los ciudadanos belgas mayores de 18 años.

Últimas elecciones federales

Bélgica celebró elecciones federales el 26 de mayo de 2019, coincidiendo también con las elecciones europeas y regionales del país.

En Flandes, el partido conservador Vlaams Belang (VB) experimentó un fuerte crecimiento y, junto a la Nueva Alianza Flamenca (NVA), obtuvieron casi el 50 % de los votos. Ambos son los partidos que abogan por el separatismo y el nacionalismo flamencos. La coalición belga formada por N-VA (nacionalista conservador), CD&V (democristianos), MR (liberales) y Open VLD (liberal conservadores) sufrió un revés al perder más de una cuarta parte de sus escaños, lo que supuso el golpe electoral más duro para un gobierno en dos décadas.

Además, el Partido de los Trabajadores de Bélgica (PVDA-PTB), de extrema izquierda, y el partido verde Ecolo ganaron en Valonia. En general, los partidos tradicionales sufrieron descensos en ambas regiones. La crisis económica e inmigratoria pasó factura electoral a los principales partidos.