El consuelo de los ingleses tras el Brexit: ya está permitido comprar vino en el «ancestral» tamaño 'pinta'

Los británicos podrán comprar vino en tamaño de 'pinta', medida que equivale a 568 mililitros, por primera vez en décadas.

La modificación es uno de los nuevos y escasos beneficios traídos por el Brexit; se enmarca dentro de una revisión general de las leyes de medidas del Reino Unido, prevista para 2024, que permitirá a los productores de vino vender vinos de todo tipo en botellas de esta medida.

Según el gobierno del Primer Ministro Rishi Sunak, esto es posible gracias a la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Y Kevin Hollinrake, ministro del Departamento de Comercio y Negocios, explicó que la salida del Reino Unido de la UE impulsó al país aprovechar nuevas oportunidades y a proporcionar un impulso real a las bodegas británicas, contribuyendo al crecimiento de la economía.

Así que ya es oficial: a partir del próximo año, los productores de vino tranquilo y espumoso podrán vender sus productos en medidas de 568 mililitros –pintas–, además de las medidas existentes de 200 mililitros y 500 mililitros.

«Libertad ancestral»

Es una medida simbólica además de popular, ya que refleja la preferencia de Winston Churchill, primer ministro británico durante la guerra, por las botellas de champán de tamaño pinta. Además, muchos partidarios del Brexit deseaban ver revertida la directiva de pesos y medidas de la UE y su requisito de usar unidades métricas para la venta de productos frescos.

Durante la campaña electoral general de 2019, el ex primer ministro y figura principal de la campaña del Brexit, Boris Johnson, prometió que reintroduciría las unidades imperiales en las tiendas, afirmando que medir en libras y onzas era una «libertad ancestral». Aunque todavía era legal poner precios en libras y onzas en el Reino Unido, estos debían mostrarse de manera menos prominente que el precio en gramos y kilogramos.

Sin embargo, no está claro cuántas personas desean comprar vino por pintas. Las propuestas para una revisión más amplia del sistema de medidas del Reino Unido después del Brexit fueron descartadas después de que una consulta gubernamental, cuyos resultados se publicaron el miércoles, encontrara que el 98,7 % de las personas estaban a favor de mantener las unidades métricas al comprar o vender productos.

Incertidumbre por el Brexit

Las últimas encuestas arrojaron luz sobre el cambio de opinión de los británicos respecto al mercado único de la Unión Europea, que abandonaron al finalizar el Brexit.

A pesar de que la limitación de la inmigración fue uno de los motivos clave que impulsó a muchos británicos a votar a favor del Brexit en 2016, ahora, una mayoría significativa parece haber reconsiderado su postura. Según un sondeo de YouGov, el 57 % de los británicos estaría a favor de reincorporarse al mercado único, incluso si esto implica restaurar la libre circulación de trabajadores del bloque.

Este cambio de opinión es clave, considerando que la política de libre circulación había facilitado previamente el traslado de millones de familias y trabajadores a Gran Bretaña durante su pertenencia a la Unión Europea.

Entre los que votaron por abandonar la UE y actualmente apoyarían al Partido Laborista, un 53 % está a favor de volver al mercado único, mientras que solo el 31 % se opone. Por otro lado, entre los votantes del Brexit que se inclinan por el Partido Conservador, el apoyo disminuye significativamente, con solo un 29 % a favor y un 54 % en contra. Este patrón sugiere que las actitudes hacia la relación con la UE siguen estando profundamente influenciadas por las afiliaciones políticas, igual que en 2016.

La encuesta también revela que un abrumador 72 % de los británicos desea que el país mantenga vínculos más estrechos con la Unión Europea.

Estos hallazgos, que emergen dentro de un contexto donde la mayoría de la población ahora piensa que el Brexit fue un error, se producen además poco después de que se diera a conocer que la migración neta anual al Reino Unido alcanzó cifras récord el año pasado. Ahora, supera en más del doble a las registradas en el año previo al voto del Brexit.