Mario Draghi se perfila como favorito para suceder a Michel a la cabeza del Consejo Europeo

La noticia de la dimisión anticipada de Charles Michel como presidente del Consejo Europeo ha sacudido al bloque europeo y acelerado las negociaciones sobre los cargos más importantes de la Unión Europea.

En plena incertidumbre, el ex primer ministro italiano Mario Draghi, de 76 años, se destaca como un candidato principal entre todos sus posibles sucesores.

Draghi forjó su buena reputación gracias a su papel crucial como expresidente del Banco Central Europeo en la salvaguarda de la moneda única del bloque. Según The Financial Times, es considerado por funcionarios y diplomáticos de la UE como la opción estrella para suceder a Michel (a pesar de que, de momento, el italiano no busca activamente roles de liderazdo en la UE).

Conocido por su experiencia y caché como una de las figuras más prominentes de la UE, Draghi es visto con buenos ojos por muchos estados miembros, que desean finalizar la sucesión antes de la probable partida de Michel a mediados de julio, y evitar así una presidencia interina del húngaro Viktor Orbán.

Nathalie Tocci, directora del Istituto Affari Internazionali con sede en Roma, afirmó ante el Financial Times que Draghi es una figura a la que sería difícil decirle que no si presenta seriamente su candidatura. Asimismo, señaló también que Draghi probablemente no rechazaría una propuesta seria, pero tampoco buscaría imponerse en la posición.

Decisión a contrarreloj

La urgencia de encontrar un sucesor para Michel, quien se postulará como eurodiputado, surge en parte debido a las normas de la UE que permitirían al euroescéptico Orbán asumir el cargo si no se llega a un acuerdo sobre un candidato antes de la dimisión del presidente del Consejo Europeo.

Hungría asumirá la presidencia rotatoria semestral de la UE a partir del 1 de julio, y los nuevos miembros del Parlamento Europeo deben asumir el cargo a mediados de julio, que es la última fecha en la que Michel podría permanecer como presidente.

No obstante, los líderes de la UE también tienen la opción de nombrar un candidato interino para excluir a Orbán, aunque se considera poco probable que Draghi acepte este rol de manera interina.

Draghi se retiró de la vida pública en 2022 tras el acortamiento de su mandato como primer ministro italiano por elecciones anticipadas.

Sin embargo, asumió un papel de asesor de la UE el año pasado, cuando la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, le pidió que redactara un informe sobre la competitividad fluctuante del bloque. Se espera que Draghi informe a los miembros de la Comisión en Bruselas sobre el trabajo inicial para dicho informe este viernes, con una publicación prevista para después de las elecciones de la UE.

Draghi es un candidato imponente con un currículum impresionante, pero su falta afiliación a un partido político podría ser un obstáculo, según un diplomático de la UE.

Además, mientras que el gobierno en Roma podría respaldar su candidatura, los estados miembros de Europa central y oriental han expresado su descontento por el hecho de que los altos cargos suelen ser ocupados por europeos occidentales. Por último, las claras opiniones de Draghi sobre políticas como la integración fiscal podrían desagradar a países como Alemania, que tradicionalmente tienen una visión opuesta.

Sánchez asoma la cabeza

Según The Financial Times, entre los demás candidatos potenciales figuran Mette Frederiksen, de Dinamarca, y Pedro Sánchez. A diferencia de Draghi, ambos están afiliados a grandes partidos políticos europeos, un factor importante en los nombramientos de la UE.

Para cuando llegue el mes de julio, sin embargo, Sánchez se encontrará aún en medio de la legislatura que tanto peleó, y por la que pactó con los separatistas catalanes y puso en peligro el Estado de derecho en España. El cargo de presidente del Consejo, sin embargo, trae un gran caché internacional y un sueldo de 31.783 euros al mes, gran tentación para Sánchez.