Captura de pantalla de los tres rehenes israelíes
Hamás presiona a Israel con la publicación de un vídeo de tres rehenes: «¿Siguen con vida?»
El grupo terrorista Hamás hizo publico ayer un vídeo, en la red social Telegram, en el que aparecen tres rehenes, de los 136 israelíes que aún se calcula que mantienen cautivos en la Franja de Gaza desde el pasado 7 de octubre. Tras más de cien días sin noticias de los secuestrados, el brazo armado de la milicia, las Brigadas Al-Qassam han decido lanzar un sucio juego de guerra psicológica contra el Estado judío.
En la grabación, de tan solo 37 segundos, aparecen Noa Argamani, de 29 años, Yossi Sharabi, de 53, e Itay Svirsky, de 38, pidiendo al Gobierno israelí que los devuelva a casa. El vídeo termina con una advertencia: «Mañana os informaremos de su destino».
Nuevamente, hoy, las Brigadas Al-Qassam han recurrido a las redes sociales para lanzar otro mensaje: «¿Tú qué crees? ¿Están todos muertos, algunos muertos y otros con vida, o todos siguen con vida?». Hamás ya ha compartido anteriormente otros vídeos similares, desde que el 7 de octubre miles de sus milicianos mataran a 1.200 personas en el sur de Israel y secuestraran a unas 240 personas, dando inicio a una escalada bélica sin precedentes en la Franja.
Noa Argamani, quien aparece en este último vídeo difundido por la milicia islamista, fue secuestrada en el festival de música Nova, en el kibutz Re'im. El 7 de octubre se hizo viral un vídeo en el que aparecía montada en una motocicleta con milicianos de Hamás.
La madre de Noa, Liroa, padece un cáncer terminal y ha estado suplicando que liberen a su hija para poder verla antes de que la enfermedad acabe con su vida.
Por su parte, Yossi Sharabi fue secuestrado en el kibutz Be'eri. Su mujer y sus tres hijos sobrevivieron a la masacre, tras esconderse durante ocho horas. Yossi se ofreció como rehén para poder salvar al resto de su familia.
Se desconoce el destino de su hermano, mientras que la esposa y las hijas de éste fueron asesinadas.
Itai Svirsky también fue tomado como rehén en el kibutz Be'eri, mientras pasaba el fin de semana de visita. Mientras se escondía con su madre, Orit, los terroristas los encontraron y mataron a Orit delante de él. El padre de Itai, que vivía en otra casa, también fue asesinado junto con sus tres perros.