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Gustavo Morales

A los 45 años de la revolución iraní: de colonia estadounidense ayer, a base rusa hoy

En Irán había tradición de ulemas enfrentándose al poder. Como muestra, cuando dieron el monopolio de tabaco a los ingleses, los ayatolás prohibieron fumar

El ayatolá Jomeini durante su exilio en Francia antes de volver a Irán para encabezar la revoluciónGTRES

En Irán había tradición de ulemas enfrentándose al poder. Como muestra, cuando dieron el monopolio de tabaco a los ingleses, los ayatolás prohibieron fumar.

El 3 de junio de 1963 el ayatolá Jomeini, siguiendo esa tradición, acusa públicamente al sha Reza Pahlevi y denuncia la corrupción de la Corte Real.

La policía detiene a Jomeini en su domicilio dos días después, el ayatolá es encarcelado en Teherán.

En diversas ciudades se producen protestas por la reclusión del popular dirigente religioso.

El gobierno imperial termina por excarcelarle el 6 de abril de 1964. El ayatolá es enviado al exilio en Turquía. Luego a Irak.

En ese país se reúne con su hijo también exiliado, el hoyatoleslam Mustafá Jomeini, quien aparecerá asesinado una mañana.

El exilio de Jomeini se prolongó durante casi 15 años. La mayor parte transcurrió en Nayaf, Irak, una ciudad santa para el chiismo.

El autor del artículo durante la cobertura de la Revolución Islámica en 1979Gustavo Morales

Entre las cláusulas de los acuerdos de Argel de 1975 firmados por Sadam Husein y Reza Pahlevi hay una dedicada a Jomeini que dirige las revueltas desde su exilio en Nayaf.

En 1978, el régimen iraquí le obligó a abandonar el país. El servicio secreto, el mujabarat iraquí, propone a su homóloga, la Savak persa, enviar a Jomeini a Trípoli o a Argel, ya que el Gobierno de Bagdad restringe sus actividades en Nayaf.

El ejecutivo iraní no lo acepta por un análisis erróneo al suponer que el ayatolá allí podría recibir apoyos. Finalmente, el 5 de noviembre de 1978, Jomeini es enviado a París.

Mientras que en Trípoli o en Argelia Jomeini hubiera sido uno más de los cientos de exiliados, sin que la prensa internacional le hiciera el menor caso, en París se convierte en una estrella mediática.

Revolución espiritual

Francia es su nuevo destino. Desde París saltará a la fama mundial. En la capital francesa se reúne con Banisadr, futuro primer presidente de la República, desde donde proclama el velayat al faquí, el gobierno islámico.

El filósofo francés Michel Foucault visitó al Imán Jomeini en 1978 en el pueblo de Neauphle-le-Château, cerca de París, donde estaba exiliado en ese momento.

Foucault apoyó firmemente lo que llamó la «revolución espiritual» en Irán, algo que suponía salvar a la humanidad del materialismo y del capitalismo y puso de moda al ayatolá en los círculos progresistas.

Sin embargo, la violencia posterior del régimen islámico eventualmente repelió incluso al entusiasta Foucault y sus progresistas antaño islamizantes.

El frente religioso es dirigido por el ayatolá Jomeini desde el exilio, interiormente el ayatolá Madari, a pesar de ser crítico con la tesis jomeinista del gobierno de los alfaquíes, organiza la resistencia junto al también ayatolá Motahari.

En el interior de Irán comienzan a organizarse grupos armados de tendencias heterodoxas: islámicos, marxistas e islámico marxistas.

Alguno de ellos formado por estudiantes de teología y financiados por negociantes del bazar. Cuando asesinan al primer ministro Mansour le sucede Hoveida, quien permanecerá en el cargo 13 años.

En 1972, el sha firmó un acuerdo con el consorcio internacional Oil Company.

Crecen los ingresos por el petróleo, lo que permite desarrollarse al país entre 1973 y 1978. Los bancos pasan de 24 a 36. Mientras la población crece anualmente un 3 %.

La renta per cápita alcanza los 400 dólares. El promedio de esperanza de vida está en torno a los 45 años. El régimen funda su partido único, el Rastajiz, efímero y de afiliación obligatoria.

En ese momento, el 95 % de la prensa iraní está en manos de dos familias, representadas en los dos diarios de mayor tirada, Kayhan y Ettelat.

Con la llegada de Jimmy Carter a la Presidencia de Estados Unidos, el Sha se ve empujado a aplicar el programa de Derechos Humanos y destituye a Hoveida. Y en su lugar nombra a Amouzagar, líder del partido único.

En enero de 1978, el diario Ettelat publica un artículo ofensivo para el imán Jomeini que hace crecer la movilización popular.

La policía utiliza armas de fuego, con lo que se multiplican las manifestaciones por las celebraciones funerarias chiíes, a la semana y a los cuarenta días, nuevas manifestaciones, nuevos muertos, nuevos funerales, nuevas manifestaciones….

La generalización de las revueltas conduce a las autoridades a declarar la ley marcial primero en Isfahán, luego en Tabriz.

El 26 de agosto de 1978, el primer ministro dimite y es encargado de formar gobierno el veterano Sharif Emamí, presidente del Senado y de la Fundación Pahlevi.

Emamí titula su Gobierno «de reconciliación nacional». Pero fracasa al incumplir las promesas de amnistía.

Los estudiantes reciben al nuevo Ejecutivo imperial extendiendo la huelga desde los centros de estudio a las fábricas. Se distribuyen grabaciones con charlas de Jomeini.

Un país paralizado

El 17 de octubre el país está paralizado. La prensa se vio forzada a abandonar su huelga en protesta por la rígida censura establecida por la Savak, la omnipresente policía política imperial.

En Irán crecen los desórdenes. Los Inmortales de la Guardia Imperial disparan contra miles de manifestantes en la plaza Yaleh de Teherán.

Ese mismo día, 17 de enero de 1979, comienzan a derribarse las estatuas del sha en muchas ciudades. Radio Israel emite «con la partida del sha se ha colapsado el frente oriental de Occidente».

Antes de huir, Pahlevi nombra jefe de Gobierno al socialdemócrata Shapour Bajtiar.

El 18 de enero, Tehrani, presidente del Consejo de Regencia, se traslada a París y presenta su dimisión ante el ayatolá Jomeini.

El 22 de enero, el presidente Carter, por boca de Ramsey Clark anuncia que los Estados Unidos seguirán apoyando a Bajtiar aunque admite que la mayor parte de la gente apoya al ayatolá.

Ante el aviso del regreso de Jomeini al país, el Gobierno persa cierra los aeropuertos y despliega el Ejército en los alrededores del aeródromo de Teherán, Mehrabad, durante tres días.

En ese lapso es asesinado un consejero militar norteamericano en la capital iraní. El 1 de febrero de 1979, Jomeini, un anciano de 77 años, regresa del exilio y acaba con la dinastía Pahlevi.

Jomeini en Teherán

Un vuelo charter de Air France le deposita en Mehrabad, donde es recibido en olor de multitudes, muchos se tienden sobre los cristales del coche que le transporta para protegerle de los posibles francotiradores.

El vuelo ha sido financiado por la diáspora iraní. Viajan con él centenares de periodistas de todo el mundo. Desde el primer momento, ignorando al Gobierno oficial, distintos grupos y colectivos testimonian su adhesión al líder chiíta.

Los primeros fueron los miembros de la Fuerza Aérea iraní. Bajtiar acusa: Jomeini tiene muchos partidarios en Irán, pero ignora que muchos son comunistas del Tudeh.

Jomeini responde nombrando al profesor Mehdi Bazargan primer ministro provisional el 5 de febrero. Bazargán procede del ala religiosa del Frente Nacional del doctor Mossadeg y su intento constitucional.

El sha trata paralelamente de recabar ayuda en otros países: Marruecos y Egipto, para recuperar el poder. Al conocer sus maniobras, Bajtiar declara despechado no tener ya compromisos ni con el sha ni con Jomeini.

Ese mismo día el director de la CIA reconoce los tremendos fallos de inteligencia de su organización dentro de Irán; esperaban una revolución comunista pero no religiosa.

La República Islámica

El 11 de febrero cae formalmente el sistema monárquico imperial bimilenario y las unidades militares deponen las armas.

Bazargán asume formalmente el poder con el apoyo del Consejo Supremo de la Revolución.

El elemento religioso funda el partido República Islámica. Jomeini ordena que las propiedades de los Pahlevi sean confiscadas.

El primero de abril se produce un referéndum sobre la forma de Estado, ganando la República Islámica por el 98,2 % de los votos.

Atrás quedan, dicen, 60.000 muertos en la lucha anti monárquica. Los atentados se multiplican.

Los ayatolás Motahari, Tabatabai y Behesti son asesinados por terroristas sumándose a un total de 2000 dirigentes islámicos como el primer ministro, 60 diputados, siete ministros.

El régimen por su parte fusila a docenas de gobernadores civiles y altos mandos del Ejército y la policía.

Los terroristas responden matando a los imanes de la oración del viernes.

Los separatistas kurdos aprovechan la confusión y el vacío de poder para rebelarse y asaltan la ciudad de Mahabad, la segunda en importancia del Kurdistán iraní el 7 de julio de 1979.

El partido comunista prosoviético Tudeh será ilegalizado y sus miembros condenados. Los islámicos se deshacen de sus compañeros de viaje.

El Consejo Revolucionario nacionaliza la banca y abole el interés bancario. 13 bancos extranjeros y 15 iraníes pasan al sector público.

La República rompe relaciones con Estados Unidos, Sudáfrica, Israel y el Chile de Pinochet.

El imán Jomeini declara el último viernes de Ramadán, el mes de ayuno musulmán, como Día Mundial de Jerusalén y la sede de la Embajada israelí en Teherán es entregada a la Organización para la Liberación de Palestina.

También se reconoce oficialmente la República Árabe Saharaui Democrática.

La Asamblea de expertos compuesta de ulemas y otros eruditos religiosos realiza el estudio final de la nueva Constitución, que es aprobada en noviembre.

Tras el asalto a la Embajada de Estados Unidos, denominada por Jomeini «el nido de espías», el 6 de noviembre, el presidente Bazargán dimite y el Consejo de la revolución se hace cargo del Gobierno y convoca elecciones presidenciales. En ellas sale elegido el sociólogo Banisadr que cuenta con el beneplácito del ayatolá.

Los repetidos exilios del Sha

El sha Reza Pahlevi inició su segundo exilio. Llegó al poder cuando los aliados ocuparon Irán destronando a su padre germanófilo y sentando a su hijo en el trono para usar el país como vía de tránsito para armar a la URSS contra el III Reich, en 1941 durante la Operation Countenance.

El ayatolá Jomeini muere en 1989, un año después de la guerra de ocho años impuesta por Saddam Hussein.

Su lema era «ni Este ni Oeste» e Irán pasó de ser una colonia de Estados Unidos, donde los de esa nacionalidad no podían ser juzgados en el país por sus crímenes, a ser una base rusa, como quedó claro durante la guerra civil siria, y aliado de Moscú.