La ONU acusa a la dictadura cubana de organizar una persecución religiosa institucionalizada
La situación de la libertad religiosa en Cuba no ha dejado de empeorar desde hace años. La Iglesia católica, con una fuerte presencia en la isla, es la más afectada
La ONU acusó a la dictadura socialista de Cuba de organizar de forma concienzuda una persecución sistemática contra las religiones en la isla.
En una respuesta a un informe presentado por la ONG Prisioners Defenders, titulado Libertad y Represión Religiosa en Cuba, las Naciones Unidas acusaron al régimen castrista de llevar a cabo una represión religiosa institucional.
En el informe se detalla que la persecución religiosa ejecutada por las autoridades cubanas afecta a todas las religiones presentes en el país: el islam, el cristianismo protestante, religiones afrocubanas (religión yoruba) y, principalmente, el catolicismo, la religión con mayor presencia y más influyente entre los cubanos.
La reacción de la ONU vuelve a poner bajo el foco al régimen cubano por su sistemática violación de los derechos humanos y, en particular, de la libertad religiosa.
Refleja también un aumento de la preocupación internacional sobre la cada vez mayor presión del régimen cubano –ahora controlado por sus servicios de seguridad tras la muerte de Fidel Castro y la salida de primera línea política de su hermano Raúl– sobre las libertades de los cubanos.
En el informe de Prisioners Defenders se denuncia que el régimen cubano ha emprendido una campaña de represión sobre todas las prácticas religiosas en la isla, y que pretende establecer un control absoluto de las religiones limitando al máximo su capacidad de acción.
El régimen ha creado una serie de organizaciones religiosas controladas por las autoridades cubanas mediante las cuales pretende someter a las iglesias y comunidades religiosas a la voluntad del gobierno.
Estas organizaciones serían la Asociación Cultural Yoruba, la Liga Islámica de Cuba y el Consejo de Iglesias y Pastores por la Paz.
El informe apunta a que estas organizaciones son instrumentos en manos de los servicios de seguridad del régimen para hostigar, amedrentar y silenciar a los miembros y fieles de las diferentes religiones.
El informe recoge también casos de torturas y crueldad, hostigamiento y violación al derecho a atención legal en caso de detención y enjuiciamiento.
El informe recoge casos de violencia por parte de las fuerzas policiales contra sacerdotes católicos y pastores protestantes por apoyar manifestaciones en favor de la libertad.
El sacerdote Cástor Álvarez sufrió la violencia de los policías del régimen. Durante 20 horas estuvo detenido por apoyar las manifestaciones prolibertad del 11 de julio de 2021 y ayudar a un manifestante herido. Sufrió torturas e intimidación.
El informe de Ayuda a la Iglesia Necesitada denuncia que la difamación contra sacerdotes católicos y líderes de otras religiones es una forma habitual del régimen cubano para limitar el ámbito de actuación de las religiones en la isla.
«Difundir rumores e iniciar campañas de difamación para destruir la reputación de los religiosos y religiosas es otra de las herramientas utilizadas por los agentes de seguridad del Estado para limitar el ámbito de actuación de los líderes religiosos y sembrar el miedo entre los feligreses», apunta el informe.