Elecciones UE
Nicolas Schmit, el comisario candidato de los socialistas europeos respaldado por Sánchez y Scholz
Por el momento no tiene competencia pero, aun así, habrá que esperar al congreso del PSE en Roma el próximo 2 de marzo para conocer el candidato oficial
El Partido Socialista Europeo (PSE) ya tiene un peso pesado como posible candidato principal (Spitzenkandidat) a las elecciones europeas del próximo junio. El actual comisario de Empleo y Derechos Sociales, el luxemburgués Nicolas Schmit de 70 años, es el hombre elegido por los dos partidos socialistas mayoritarios de la UE: el alemán y el español.
El SPD alemán tiene 16 escaños y el PSOE, 21. Su apoyo explícito prácticamente convierte a Schmit en el candidato oficial a falta de unas horas para que se cierre el tiempo de presentación de candidaturas. Se decidirá oficialmente en el congreso del PSE en Roma el próximo 2 de marzo aunque todo indica a que el luxemburgués no tendrá rivales.
El único nombre que se había considerado previamente para el puesto era el de la eurodiputada alemana Katarina Barley. Sin embargo, con el respaldo de su propio partido a Schmit, Barley queda fuera de la contienda ya que cada partido solo puede nominar o respaldar a un candidato.
A pesar de ser relativamente desconocido fuera de Bruselas, Schmit se presenta como un candidato con una sólida visión y conocimientos prácticos en política nacional y europea. Su experiencia como comisario de Empleo y su pasado político en Luxemburgo respaldan su motivación para convertirse en el principal candidato de los socialistas europeos.
En su carta de presentación subrayó que su «compromiso personal será impulsado por mi fuerte creencia política, así como por el optimismo de la voluntad».
Una izquierda europea sin líder
La elección de Schmit como Spitzenkandidat busca unificar a la centroizquierda europea, que se ha visto con dificultades para encontrar un candidato de peso desde la salida de Frans Timmermans de la Comisión Europea para batallar en las pasadas elecciones generales en Países Bajos.
Con la falta de pesos pesados en la izquierda, la elección de Schmit se presenta como un intento de fortalecer la posición de los socialistas en las negociaciones para los principales puestos de la UE después de las elecciones. Además, se espera que los socialistas reclamen el puesto de presidente del Consejo Europeo, actualmente ocupado por Charles Michel.
Tradicionalmente, la política exterior es asunto socialista –Josep Borrell, por ejemplo– pero en esta ocasión quieren evitar a toda costa que el Consejo caiga en manos de los conservadores de Viktor Orbán, por lo que colocar a una figura de izquierdas aseguraría que el barco europeo siguiera navegando en la senda que a ellos les interesa.
Aunque Ursula von der Leyen aún no ha anunciado oficialmente su candidatura para un segundo mandato, se espera que lo haga representando de nuevo al Partido Popular Europeo. Manfred Weber, el actual presidente del EPP, también suena en las encuestas ya que era el preferido en las anteriores elecciones de 2019. Puede que en esta ocasión no se presente ya que la exministra alemana de Defensa se ha posicionado como valor seguro a pesar de los lastres que acarrea con la justicia en relación con el posible tráfico de influencias en la compra de vacunas durante la pandemia.